El Ayuntamiento de Burriana fija entre sus objetivos prioritarios terminar la avenida Vicente Cañada Blanch

El Ayuntamiento de Burriana ha establecido entre sus prioridades completar la avenida Vicente Cañada Blanch, que unirá las carreteras del Grao y el Puerto, por el efecto beneficioso que producirá en el tráfico rodado, mitigando, por una parte, las aglomeraciones que se producen durante el periodo estival al llegar a los poblados marítimos, y descongestionando la avenida de la Mediterrànea. Esta avenida alcanzará los efectos pretendidos en su día con la inacabada avenida de la Constitución – aunque en este caso sólo unía la carretera del Grao y el Camí Fondo –. El interés por culminar el tramo central de la avenida de la Constitución ya no es el tráfico sino la recogida de aguas de toda la zona de la Malva-rosa, con el famoso tornillo de Arquímedes.

A la avenida Vicente Cañada Blanch, de 2,5 kilómetros, y que discurre paralela al mar, en el límite edificado de la zona marítima, sólo le faltan dos pequeños tramos: uno de 125 metros calificado como zona urbana, fuera de unidades de ejecución, que va a realizar directamente el Ayuntamiento con cargo al Plan Especial de Apoyo a la Inversión Productiva en municipios de la Comunitat Valenciana, con un presupuesto de 612.141,24 euros; y otro tramo, de 275 metros, que depende de la unidad de ejecución A-12, junto al Camí Fondo, que van a redelimitar para favorecer la culminación de esta amplia avenida, que ha de servir para distribuir el tráfico por todo el litoral, entre las carreteras del Grao y el Puerto. En total, quedan pendientes 400 metros, que representan el 16 % del vial, construido por fases a través de diversas unidades de ejecución.

Todo comenzó hace diez años, en 1999, cuando se abrió el primer tramo a través del desarrollo de las unidades de ejecución A-15 y A-16, junto a la carretera del Puerto, que fue de las primeras urbanizaciones que se desarrollaron con la LRAU en Burriana, y la primera en la zona marítima. Con este primer tramo se abrieron unos 270 metros, de esta amplia avenida de 21 metros de ancho, aunque no llevaban a ninguna parte. Fue con el desarrollo de la unidad A10-A13-A15, de 54.051 m², cuando se le dio salida al Camí Fondo, con 310 metros más.

Una unidad de ejecución decisiva fue la NPR-2 del Grao, a través de la cual se abrieron 830 metros del vial, que incorpora carril bici. Con la A-8 de la Malva-rosa se abrieron 150 metros más, y recientemente, con la A-11, 540 metros.

Desde el consistorio interpretan que este vial es más necesario para distribuir el tráfico que la propia urbanización de la carretera del Puerto. Dotar de cuatro carriles el vial del Puerto facilitará la conducción pero no resolverá los cuellos de botella que representan en sus extremos las rotondas de intersección de la avenida Jaime Chicharro - popularmente conocida por carretera del Puerto - con la avenida Jaume I y la avenida de la Mediterrànea. En este aspecto, la avenida de la Unió Europea de Novenes de Calatrava ya supuso una descongestión el verano pasado, porque facilitó la distribución de vehículos en dirección a Burriana. Con la avenida Vicente Cañada Blanch se pretende lo mismo, pero en la zona marítima.

El principal beneficio de urbanizar la carretera del Puerto, más allá del aspecto estético, que sin duda es fundamental, estriba en modernizar todas las redes de abastecimiento (agua, luz, teléfono…) hasta la zona marítima, y crear un gran paseo para bicicletas y peatones.