La Policía Local intercepta una furgoneta con 140 kilos de naranjas recolectadas sin permiso
La Policía Local de Burriana interceptó ayer miércoles por la tarde un furgón en las inmediaciones del Camí Echevarría que transportaba siete cajones de mandarinas, con un total de 140 kilos, todas ellas de la variedad Clemenules. Los agentes requirieron al conductor para que acreditase la procedencia de la mercancía, toda vez que el peso excedía del establecido para consumo propio.
A la vista de que el conductor no podía certificar su origen legítimo, iniciaron gestiones para contactar con el propietario del género. Éste afirmó conocer a los collidors, si bien las naranjas procedían de otra explotación para la cual los individuos interceptados no tenían autorización de recolecta. Finalmente, se entregó a su dueño, que fue informado de los trámites necesarios para interponer la denuncia de esta infracción penal.
Esta intervención se enmarca en la campaña que la Policía Local y la Guardería Rural de Burriana están llevando a cabo desde el pasado lunes día 9, dirigida a la prevención de robos y hurtos de cítricos a través de la comprobación de la procedencia de los productos agrícolas que se recolectan y transportan por el término municipal de Burriana, acción preventiva que se prolongará mientras dure la campaña citrícola.
Ni ufff, ni parlaor, ni cazafantasmes, saben lo que la gente quiere, como los politicos, o no lo quieren saber. Lo que comenta el de cabecera se definiría que las leyes no las ha hecho Dios, sino las personas. Entonces si uno hurta, ¿por qué no roba?. Si lo pillan ¿por qué solo las iniciales?, ¿por qué se tiene que poner una denuncia si existe la propiedad privada y uno no puede hacer justicia? Eso es el fondo del comentario, que las leyes están mal hechas y a alguien le interesa porque como digo no son divinas sino humanas y como tales, tu mandas. Y pocas veces el que sustrae devuelve al perjudicado lo sustraido, igual en bajos niveles como el de los altos y lo malo es que está en manos de los politicos, de las cortes, el cambiarlo, no de Dios