El Grupo Municipal Socialista rechaza el incremento de la presión fiscal que pretende aplicar el equipo de gobierno

La concejala del Grupo Municipal Socialista, Cristina Rius, apeló a la sensibilidad del ejecutivo municipal para evitar que las familias de Burriana paguen más impuestos, como consecuencia de las modificaciones sobra las ordenanzas fiscales para el año 2009, que llevará al pleno extraordinario el Grupo Popular.

Rius valoró de manera negativa la medida que se ha sometido esta mañana a la aprobación de la corporación municipal. “Nos parece injusto que cuando el Ayuntamiento recaudaba cantidades importantes por la actividad urbanística, los ingresos no revirtiesen en medidas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ahora que vienen mal dadas se decida subir los impuestos”.

La responsable del área económica del Grupo Socialista insistió en que “aumentar las cargas del presupuesto familiar, es el recurso fácil que ha elegido el equipo de gobierno y evidencia la falta de imaginación y la nula capacidad para mejorar la administración del dinero público, de quienes llevan años y años gobernando”.

Rius propuso que el equipo de gobierno mejore la gestión para obtener subvenciones de todas las administraciones supramunicipales “ya hemos perdido alguna, pero sobre todo pedimos que gasten con más cuidado los recursos que aportan los ciudadanos de Burriana, se trata de actuar con sensatez”. Reprochó también a los sucesivos equipos de gobierno del PP que decidiesen gastar en “cosas superfluas que poco han ayudado a mejorar la ciudad, aunque sinceramente no pensamos que por mala que sea la situación en estos momentos, puedan cambiar la forma de gestionar”.

Cristina Rius señaló que el despilfarro “ha sido norma durante años”, sobre todo en algunas concejalías concretas, y que la orientación no ha variado pese a la merma de los ingresos.

La edil del PSPV-PSOE explicó que la nueva sede de la Oficina de Turismo que se situará en un local alquilado, ha supuesto un gasto de 1.500 euros al mes desde julio y que las obras de adecuación se iniciaron en la primera semana de octubre. “Entendemos que si tan necesario era cambiar la Oficina de Turismo a otro local distinto del que compartía con el Museo de la Naranja, las obras debieron comenzar cuanto antes o bien retrasar el compromiso del alquiler, hemos gastado inútilmente una vez más”.