Ayuntamiento y Generalitat fijan para una próxima reunión determinar su aportación a la carretera del Puerto

El alcalde de Burriana, José Ramón Calpe y el concejal de Urbanismo, Javier Perelló, han recibido en el Ayuntamiento al secretario autonómico de Infraestructuras y Transporte de la Generalitat Valenciana, Victoriano Sánchez-Barcaiztegui y al diputado autonómico Ricardo Martínez, para abordar, una vez más, el proyecto de ampliación y urbanización de la carretera del Puerto.

En este encuentro, ambas partes han vuelto a hablar de la necesidad de que la Administración –tanto autonómica como municipal- asuma parte del coste de esta infraestructura, que afecta a varias Unidades de Ejecución, “ya que, por su importancia y por el servicio que dará a la ciudad, supera el ámbito del interés concreto o particular de las diferentes unidades”, explicó Calpe. En una próxima reunión se han comprometido a firmar un convenio entre Ayuntamiento y Generalitat para concretar las aportaciones de ambas instituciones públicas, una vez se presente un estudio de los costes globales del proyecto, “en el que se determinará la parte que corresponde a las unidades de ejecución y la que responde al interés general”, ha valorado el primer edil.

Cuando en diciembre del año pasado se presentó el proyecto en el Ayuntamiento, ya se habló de la posibilidad de incluir una partida en los presupuestos de la Generalitat del 2009, cosa que no ha sucedido.

Más allá del protocolo firmado el año 2003, en el que la Generalitat se comprometió a financiar este vial, entorno al 80 % de su coste, –aunque no se concretó por escrito–, la obligación de la administración autonómica viene de antes. Hasta el 1 de noviembre de 1998 el vial era de la COPUT. La carretera del Puerto pertenecía a la antigua comarcal que unía Viver y el Puerto de Burriana.

La Consellería de Obras Públicas decidió entonces transferir a Burriana todos los viales que iban a quedar al sur de la futura variante del eje Nules-Benicassim.

El Ayuntamiento mostró su disposición a asumir la titularidad de la carretera, siempre y cuando la Generalitat contribuyera a dejarla en perfectas condiciones. Fue por este motivo por lo que en 1997 el Ingeniero municipal, José Luis Monfort, redactó un proyecto, que entonces valía 930 millones de pesetas, y que dista poco del proyecto que se presentó en diciembre del año pasado.

Cabe recordar, que el 10 de enero de 1997 el Bloc, entonces socio de gobierno del PP desde 1995, les dio un ultimátum y puso una serie de condiciones para continuar en el pacto de gobierno. Entre aquellas reivindicaciones, en las que se exigía mayor implicación de la Diputación y la Generalitat en la financiación de las infraestructuras locales pedían que se concretara por escrito, y con consignaciones presupuestarias, los proyectos del colector de la zona industrial de la carretera de Nules –cuya obra se terminó en el 2000-, la urbanización de la carretera del Puerto y prolongar el paseo marítimo del Arenal hasta el Clot de la Mare de Deu –estos dos proyectos están todavía pendientes, y de ello hace casi 12 años–.

El Ayuntamiento trabaja ahora en la disponibilidad del suelo necesario para la ampliación del vial, que se obtendrá del desarrollo de las Unidades de Ejecución situadas junto al vial, de forma que en breve se someterá a información pública el Plan de Reforma Interior (PRI), presentado el pasado mes de abril. Posteriormente, se someterá a aprobación los proyectos de urbanización y de reparcelación, por lo que la tramitación aún se prolongará por espacio de año y medio.

La Administración local firmó un protocolo con la Generalitat en el año 2003 para fijar un compromiso de inversión pública con el objetivo de financiar la ampliación de la carretera del Puerto. Posteriormente, el Ayuntamiento tramitó el proyecto de la obra y lo remitió a la Consellería. Más adelante, desde la Administración autonómica se emitió el documento por el que se consideraba innecesaria la Declaración de Impacto Ambiental.

La ampliación de la carretera del Puerto contempla su desdoblamiento, con dos carriles para cada sentido, aceras de 7 metros de anchura, carril bici, así como conducciones para el gas, comunicaciones, electricidad y una gran canalización para el bombeo de aguas residuales hasta la estación depuradora.