Los comerciantes de “la Tanda” exigen una reunión inmediata con Perelló

Alrededor de una treintena de comerciantes de la calle la Tanda, uno de los principales enclaves comerciales de la ciudad de Burriana, han mantenido una reunión hoy a las nueve de la mañana para tomar una decisión consensuada sobre las obras que se están desarrollando en esa ubicación.

Según alegan los propios comerciantes, en declaraciones a elperiodic.com, “nos enteramos de casualidad que iban a iniciar las obras de remodelación de la red de agua potable en esta calle”.

No solo denuncian que desde el Ayuntamiento no se les haya informado de estos trabajos, sino que además exigen mantener la semana que viene una reunión con Mercedes Giménez, edil delegada del área de Comercio, Javier Perelló, edil delegado de Vía Pública y con el propio ingeniero de Facsa. El objetivo de la reunión, según apuntaban las mismas fuentes, es que “queremos que nos digan la verdad y que nos expliquen qué es exactamente lo que se va a hacer en la calle. Cómo se va a hacer, así como cuando tiempo va a durar”.

A partir de que algunos comerciantes conocieron la noticia, todos estuvieron de acuerdo, declaraban, en tomar cartas en el asunto, “dado que está claro repercutirá en nuestros negocios”.

“Solo queremos tener la información” aseveraban las mismas fuentes, quienes insistían en que “a partir de entonces, podremos decidir si cerrar, en caso de que duren un mes o aprovechar y hacer descuentos, liquidación de productos o incluso rebajas”.

Tal y como afirmaba uno de los comerciantes, “tuve la oportunidad de hablar con el concejal de Vía Pública hace unos días y me comentó que tenía previsto que las tareas comenzaran el 9 de julio. Nosotros queremos saber cuánto durarán porque sabiendo eso podemos plantear diferentes enfoques para que no desciendan las ventas”. En ese sentido incluso uno de los comerciantes indicaba que, de durar mucho las obras, estudiaría buscar otro local provisional, para no ver mermadas sus ventas.

De una forma o de otra, los comerciantes han declarado que “sabemos que las obras son necesarias, porque al parecer la instalación de la red de agua está en muy mal estado. Se han detectado muchas fugas y los vecinos de esta zona están detectando problemas. Es una remodelación que hace falta, pero no es lo mismo levantar la calle en junio que en julio, así como no es lo mismo que tenga una duración estimada de un mes o que se prolongue hasta tres meses”. Así pues, dejaban patente su preocupación, dado que las consecuencias económicas para estos comercios serán significativas, espetaban.