Bañistas de la Malvarrosa denuncian el vertido de agua muy turbia desde la acequia de l'Ull de la Vila

Bañistas de la playa de la Malvarrosa, en la parte cercana al Grao, han denunciado hoy que de manera intermitente, y desde ya hace algunos días, sale agua muy turbia por la acequia del Ull de la Vila, que es la única que todavía desemboca al mar, en la zona destinada al baño. Funcionarios municipales y del Sindicato de Riegos estuvieron ayer recogiendo muestras, cuyos análisis se conocerán el viernes, pese a que a primera vista concluyeron que sólo se trata de excedentes de riego mezclados con tierra o lodos de la propia acequia.

Hay que tener en cuenta que últimamente los huertos no se riegan con la frecuencia de antaño, debido a que muchos campos se han abandonado, y los cauces para el riego no presentan el estado de revista que exige la Comunidad de Regantes.

Si es agua contaminada o no es algo que se verá, aunque en el mejor de los casos ofrece muy mala impresión a los bañistas; pero una vez más, este asunto pone sobre la mesa la necesidad imperiosa de acometer el tramo central de la Avenida de la Constitución. Un proyecto centrado muchas veces en discusiones sobre si los de un lado se retiran tantos o cuantos metros, o si los otros ganan espacio al alinearse, cuando el interés público de ese proyecto, redactado ya hace más de diez años, se centra en el sistema de recogida de aguas de la Malvarrosa, incluidos los sobrantes de la acequia del Ull de la Vila, para elevarlas – dado que es una zona más baja –, mediante un tornillo de Arquímedes, hasta la red pública.

Hace cinco años se llevaron a cabo unas obras para desviar las acequias de la Gola Finello-Ratjolí y Ratjolí de Perolets hasta el brazal del Finello, situado junto al puerto. Desde entonces el agua de estas acequias se reconduce mediante bombeo a través de una tubería de 60 centímetros de sección, dispuesta en paralelo a la Avenida de la Mediterrànea, hasta la zona cercana al puerto. El brazal del Finello, que está situado en el límite de la playa del Arenal, acumula las aguas procedentes de las otras acequias, y se encarga de transportarlas hasta el mar, entre la escollera que delimita el Arenal por el sur y la escollera de levante del Puerto.

Esas obras, que no dejan de ser provisionales, y que algún día habrá que resolver de forma definitiva, permitieron que la playa del Arenal recuperara en 2005, dieciséis años después, la Bandera Azul de la Unión Europea.

Sin embargo, todavía queda la acequia del Ull de la Vila – más cercana al Grao –, que es un serio problema para la obtención de la Bandera Azul en la playa de la Malvarrosa, que ha sido denegada este año, tras presentar el Ayuntamiento sendas peticiones, una para el Arenal – que la ha obtenido por cuarto año consecutivo –, y la de la Malvarrosa, que no se consiguió por la presencia de la acequia del Ull de la Vila, a tenor de lo ocurrido años atrás en el Arenal.