J. Dualde ultima los detalles del tapiz de la Ofrenda

Son 23 años de historia de Burriana haciendo los tapices que lucen en la Plaza del Ayuntamiento el día de San José.

Cientos de flores de colores adornan la obra que durante meses ha diseñado para que las Falleras depositen sus ramos, en el acto más solemne y uno de los más significativos de las Fiestas Josefinas.

El artista burrianense Juan Dualde aprendió a los 17 años del artista Vicente Fabra el arte de la pintura de grandes carteles cinematográficos. Su buen hacer, ilusión y ambición en el mundo de las fallas le propició un oficio de artista fallero que le ha consolidado como el encargado de elaborar el tapiz que ilustra a la Virgen de la Misericordia, envuelta de diferentes símbolos locales y falleros.

Proceso de elaboración del tapiz
Para Juan Dualde, como buen artista fallero que es, cuando acaban las Fallas ya empieza a pensar en el próximo diseño del tapiz. Un diseño en el que es difícil innovar, afirmaba. “Cuando acaban las Fallas ya me pongo a pensar ideas de cómo puede ser el próximo tapiz. Lo cierto es que es lo más difícil encontrar la idea y más después de 23 tapices en los que poco se puede innovar. Los símbolos son los que son y deben estar” declaraba.

Sin embargo, finalmente las ideas fluyen y él las transmite sobre el lienzo. “No soy de ordenadores. Llevo toda la vida pintando, que es lo que sé hacer, de modo que cuando tengo la idea, primero la dibujo y luego la pinto. Tengo todos los lienzos de los 23 tapices que he hecho guardados, por si algún día me los piden para ponerlos en el museo fallero, cuando se haga”. En este sentido, Dualde aprovechaba la ocasión para recordar la necesidad de que la ciudad, dada la tradición fallera, disponga de un museo ya que tanto él, como diversos artistas falleros y vecinos de la ciudad, disponen de elementos de la fiesta, ninots, lienzos, fotografías incluso indumentaria, que es material valioso sobre la historia de las Fallas de Burriana.

Tras plasmar en un lienzo cuál será el nuevo diseño del tapiz, comienza el trabajo. Lo primero es calcular las dimensiones y proporciones de los elementos así como preparar los papeles para poder dar color a las figuras y comenzar con los difuminados. Hasta 35-40 resmas de papel consume para cada tapiz este artista, que reconocía hizo hace un tiempo un gran pedido de papel para estar abastecido durante mucho tiempo.

Desde el pasado mes de septiembre, su planta baja se ha convertido en un taller, donde los días y las noches se fusionan demostrando que, con el trabajo vocacional, es fácil perder la noción del tiempo.

Horas y horas de pegar papeles de forma estudiada, son la dinámica de este artista más que consolidado, para que los 18 paneles de que forman el tapiz de 9 metros de alto por 7 de ancho, puedan estar acabados.

No obstante, la experiencia manda y como profesional en su sector, sabe de plazos y tiempos y ya entrados en el mes de marzo, pocos son los retoques que tiene que hacer a su obra. Prácticamente ya lo tiene todo finalizado y guardado a buen recaudo, para que en cuanto lleguen las tareas de montaje, todo esté a punto.

El legado de Dualde
La ilusión por su trabajo vocacional no ha desparecido. Pese a un reciente susto en su estado de salud, Dualde continúa dedicado a su trabajo y pensando en próximos tapices y colaboraciones.

Su legado, básicamente reside en su hijo Juan José Dualde, quien ha heredado la destreza y saber hacer en la pintura. Otros artistas jóvenes de la ciudad no han dudado en consultar a este experimentado artista, como referente en el mundo fallero. No cabe duda de que con artistas y mentores de este calibre, el futuro fallero de la ciudad está más que asegurado.