La Consellería pierde el contencioso administrativo que había interpuesto por la vía pecuaria, en el proyecto de reparcelación de Novenes de Calatrava
La existencia de esta Colada o Vía Pecuaria se le pasó por alto a la entonces Consellería de Territorio cuando aprobó el estudio de evaluación de impacto ambiental de Novenes. Fue a raíz de unas alegaciones al proyecto de reparcelación del grupo conservacionista IDEA cuando se conoció la existencia de esta vía pecuaria.
Dicha Vía, tiene una extensión total de 11 Km., tiene la condición de “Colada”, y se denomina, según la orden ministerial del 31 de Mayo de 1976, “Colada Camí Carnissers y Caminás”, siendo la única existente en la localidad. Según describe la orden “proviene de Almassora y transcurre por el camino de la cantera, hacia el barranco del Hospital, desde allí hasta la travesía de Santa Pau; llegado al río seco, junto al casco urbano, en este punto cambia en dirección sureste paralela al cauce del río hasta el cruce del Camí Els Quarts. Así, transcurre por dicho camino hasta el cruce con el camino del Puerto”. Lo cierto es que esta vía no aparece en el PGOU de 1995, ni en la homologación de dicho plan del 2003. Las vías pecuarias, según la ley de 23 de marzo de 1995 “son bienes de dominio público de las Comunidades Autónomas y en consecuencia inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
La vía pecuaria, a su paso por Novenes, tiene un ancho que se denomina necesario, de seis metros, para que pase el ganado, que se ha respetado, desviándola a modo de paseo entre Novenes y Jardines de la Malvarrosa, y un ancho legal, por si era necesario ampliarla, que abarcaba 20’80 metros. Eso significaba que aunque la Colada de seis metros sólo ocupa 5.939’28 m², a la Consellería le correspondían 16.583’33 m² en base al ancho legal. El problema radicaba en que la Generalitat reclamaba los 10.644’05 de más, y que no eran propiamente la vía pecuaria. En un principio, para solucionarlo rápido, se habló de asignarles los terrenos de la zona boscosa situada junto al cauce del río Anna y después los terrenos del futuro IES, cuyo solar se cedía por encima de los estándares de suelo dotacional previstos en el reglamento urbanístico. Sin embargo la postura de la Consellería no era tan altruista y exigía o 10.644,05 metros cuadrados de techo o 2.043.000 euros. Un año duró la discusión, con los promotores nerviosos y dotaciones urgentes para el municipio, como el segundo Centro de Salud, el nuevo IES y el quinto Colegio Público parados por no poder realizarse la cesión de terrenos al no estar aprobada la reparcelación.
El anterior equipo de Gobierno y el Agente Urbanizador casi echaron la toalla y estuvieron a punto de modificar todo el proyecto de reparcelación para atender las pretensiones de la administración autonómica. Al final prevaleció el acertado criterio de la Secretaria Municipal, Iluminada Blay, y sólo se rectificó en el proyecto de reparcelación el trazado de la vía pecuaria, en su ancho necesario, sin atender el resto de demandas de la Consellería, lo que motivo que ésta presentara un contencioso administrativo que finalmente ha perdido, sentando jurisprudencia para casos análogos.
La urbanización de Novenes de Calatrava, que fue el primer gran proyecto residencial que se presentó en el verano de 2000, batió todos los récords de tramitación en sus inicios. En un año pasó todos los trámites, desde la aprobación del Ayuntamiento al de las diferentes Consellerías, incluida la Declaración de Impacto Ambiental. En Marzo del 2002 el Ayuntamiento y los urbanizadores ya firmaron el convenio urbanístico. Tan inminente era el inicio de las obras que a principios de 2003 la empresa decidió avanzar los trabajos del puente sobre el río Anna, incluidos en la urbanización y que supusieron un coste de 1.680.000 euros. El puente fue inaugurado el 17 de julio de 2003 y desde entonces – hace cinco años – está abierto al tráfico.
En Marzo de 2004 se pusieron a arrancar los campos de naranjos y hacer movimientos de tierras, pero cuando ya parecía que se iba a aprobar la reparcelación en julio, surgió el asunto de la Vía Pecuaria y se estuvo un año dando tumbos por las pretensiones económicas de la Consellería.
Menos mal que ambas administraciones la local y la autonomica son del mismo color, de lo contrario hubiese aparecido el ya consabido "Zapatero tiene la culpa". Ahora como son de la misma ramaderia a callar no pasa nada, pues si pasa, porque un año atras no estabamos en tanta recesion economica y se hubiera construido mucho mas y al menos con las obras comenzadas tendriamos todos mas trabajo que actualmente. ZERO patatero para la Conselleria y para CAMPs.