La festividad del Ecce Homo congrega a numerosos visitantes

Como manda la tradición, en la festividad del Ecce Homo, fueron miles los vecinos de la localidad, los que se acercaron a las inmediaciones de la ermita del Santísimo para ver la imagen en relieve del Ecce Homo, que se conserva en el ermitorio. Muestra del fervor que los burrianenses tienen por esta imagen es que a media tarde ya no quedaba ninguna vela para poder iluminar la ermita, que se encontraba copada de muestras de fe, dado que muchos son los fieles que peregrinan hasta las instalaciones para hacer promesas.

Además, junto a la tradición de visitar la ermita y depositar una vela, son todavía algunos vecinos los que salieron a la calle a elaborar las calderas populares de arroz, al resto de vecinos y viandantes. También, las entidades falleras se unieron un año vez más a esta costumbre, organizando en sus barrios y casales, la comida de la “Caldera”.

Sin embargo hay una cita que para muchos fue obligada, la visita de la feria del Ecce Homo. Son muchos los vecinos de la localidad los que a lo largo del día fueron a visitar la feria situada desde el cruce con la Avenida Jaume I, hasta el cruce con el Camí Cabeçol. Un camino, muy próximo a la zona marítima, que contaba con numerosas paradas de ropa, juguetes, turrones y dulces.

No obstante, la nota discordante la puso la desaparecida feria del comercio, que durante diez años ha estado ubicada en el emplazamiento de la feria del Ecce Homo. Una muestra que este año no se ha celebrado por diferencias entre diferentes comerciantes y empresarios y el consistorio. Por su parte la edil de comercio, Mercedes Giménez, aseguraba que la razón es que no era rentable para los empresarios, sin embargo los comerciantes del automóvil destacaron que, la razón es que el ayuntamiento todavía adeuda el pago del seguro por los desperfectos provocados por las lluvias del año pasado.