La impagable labor de Cáritas Burriana

La coyuntura económica que aborda el panorama nacional, tampoco olvida el territorio burrianense. Así, cuando poco queda ya de la temporada de la naranja, y las empresas azulejaras de la zona han tenido que hacer malabarismos para que, lamentablemente solo algunas de ellas, capearan el temporal, los ciudadanos de Burriana ven cómo su principal sustento económico queda estancado sin solución aparente.

Las facturas en cambio, no cesan, y la coyuntura nos presiona a todos siendo los más desfavorecidos quienes más caro pagan las consecuencias. A un frívolo lector podría parecerle que es esta una realidad perenne que se mantiene a lo largo de los tiempos, cual retrato inmortal de la marginalidad, pero se sorprendería tal lector si supiera cuán de afectados están algunos burrianenses que jamás se habrían imaginado en situación de necesidad; humildes trabajadores que ven como su situación de desempleo no parece tener fin mientras que las ayudas económicas del Estado se agotan sin remedio.

En un contexto tan desolador, se hace más patente que nunca el trabajo de Cáritas Interparroquial Burriana que fiel a su tradición, se mantiene cercano a los ciudadanos que necesitan un empujón que les ayude a subsistir y poder seguir adelante. Actualmente, son un total de 38 personas, en su mayoría ciudadanas del sexo femenino, las voluntarias que desean emplear su tiempo en la ayuda desinteresada al prójimo. Realmente, pocas personas para la inmensa cantidad de trabajo que llevan a cabo en su sede, ubicada en la Calle Misericordia, junto a la residencia de ancianos, y en la que el pasado año atendieron a un total de 516 españoles, 580 marroquís, 200 rumanos y 61 personas de otras nacionalidades más variadas. Un total de 1.357 usuarios que están empadronados en Burriana, tal y como marcan los requisitos de atención, y que acudieron generalmente por detección de los casos en las parroquias, derivados por servicios sociales o, en menor medida, por propia iniciativa.

Esta inmensa cantidad de personas, ya recibieron las atenciones de la entidad, no obstante el trabajo sigue y cada día, según nos explica Dolores Martínez, presidenta de Cáritas Interparroquial de Burriana, “cada día al abrir la puerta encontramos colas interminables de personas que acuden buscando ayuda”, motivo por el cual se tuvo que implantar un sistema de citas que resuelve la desazón de todos aquellos que acuden a la entidad. Así pues, nadie se marcha de la cola de Cáritas sin tener una cita concertada que en los casos de mayor demanda, llega a ser para dos semanas vista como máximo.

Referente a nivel formativo-laboral
Actualmente, explica la señora Martínez, está llevándose a cabo un curso de atención a la tercera edad, que como resultaba esperable, tiene una larga lista de espera, no habiendo podido acceder al mismo todas las personas que lo solicitaron sino aquellas que el equipo de voluntarias entendió más apropiadas por sus circunstancias personales y expectativas de finalización de la actividad formativa. Otros cursos que se suelen impartir, siempre por profesionales especializados, son los de cuidado de niños o auxiliar de limpieza, sector en el que Cáritas se ha convertido en un referente laboral ofreciendo sus servicios como mediador entre sus usuarios y aquellos ciudadanos que acuden buscando una empleada de hogar y en menor medida, alguien para cuidar a los más pequeños o los más mayores de la casa. Otro servicio que la entidad ofrece a nivel laboral, tiene lugar los lunes por la tarde y consiste en el asesoramiento de una técnico de inserción laboral a aquellos usuarios que lo solicitan para realizar un acompañamiento destinado al empleo que prácticamente finaliza con la inserción del usuario.

Lamentablemente, según declaraba la presidenta de Cáritas-Burriana, en este ámbito se han visto desbordadas mientras que su capacidad de intervención ha mermado por haberse reducido las ayudas económicas a la entidad que ha forzado la menor oferta de cursos formativos. Así mismo, como consecuencia del grave desempleo, aquellas personas que solían solicitar empleadas de hogar o personas que se quedaran a cargo de mayores y pequeños, han dejado de hacerlo por encontrarse desocupadas y poder llevar a cabo por sí mismas dicha labor. Resulta determinante además, que las situaciones de emergencia se han incrementado y en este sentido resulta complicado llevar a cabo intervenciones laborales que solo ven sus resultados a largo plazo.

Un empujón económico
Sin duda, son las demandas de auxilio económico las que copan la actividad de las voluntarias de Cáritas, que semana tras semana, en sus reuniones de equipo, han de valorar las situaciones de mayor necesidad para priorizar en la atención. Estas ayudas se basan en la entrega de una cantidad monetaria sino que constituyen vales de comida, liquidación de facturas de luz o agua, ayudas de guardería o bien billetes de avión o autobús para aquellos inmigrantes que no ven otra salida más que regresar a su tierra. Todo este dinero, sin duda se obtiene de los fondos de la institución, las colectas mensuales que realizan las parroquias de la ciudad y de aportaciones voluntarias de usuarios anónimos. Se emocionaba la presidenta al relatar a elperiodic.com cuán le sorprende la solidaridad de los burrianenses cuando abre el buzón de donativos y encuentra contribuciones desinteresadas que dan muestra de la confianza de los ciudadanos en la entidad permitiendo su progreso y consolidación.

Tienen también, en este sentido un gran peso las donaciones de ropa y comida que realiza la entidad a aquellas personas que lo solicitan desde el ropero de la entidad y su banco de alimentos. Respecto a esto, resulta llamativa la percepción de algunos ciudadanos que erróneamente creen que se trata de ropa y comida en mal estado motivo por el que desde Cáritas se está barajando la posibilidad de llevar a cabo acciones de acercamiento a la ciudadanía que logren cambiar la imagen que se percibe de la entidad.

Otras de las ayudas, que tienen un carácter mucho más asistencial, puede ser la entrega de mantas a indigentes, la derivación al albergue existente en Vila-real o Castellón o incluso permitir a familias que utilicen los vestuarios de la sede burrianense para asearse.

Acompañamiento psico-social en el proceso
Todas las intervenciones que se llevan a cabo en Cáritas Interparroquial Burriana, pasan por una intervención psico-social con los individuos y sus familias para evaluar de forma íntegra su situación. Todo ello puede hacerse gracias a la formación que reciben las 38 voluntarias comprometidas de Cáritas, y a un trabajo en red que pasa por la comunicación constante con Servicios Sociales y los párrocos de los centros religiosos de la ciudad a través de reuniones periódicas en las que se derivan casos y se trata de no duplicar ayudas y abarcar al mayor sector posible de la población.

Sin duda es, toda la relatada, una prestación social impagable que contribuye en el contexto actual a que miles de familias vean aliviada mínimamente sus circunstancias y conciban una salida a su dura realidad. En el mismo sentido deben encaminarse las políticas de empleo y asistencia social, colaborando necesariamente todos los sectores influyentes (Ayuntamiento, parroquias, Cáritas, la Agencia AMICS, Colegios, Asociaciones…) para que ningún ciudadano burrianense quede estancado en una lamentable situación de precariedad.