Los burrianenses mantienen la tradición de visitar la Ermita del Ecce-Homo los viernes de Cuaresma

Algunos vecinos de Burriana todavía mantienen viva la tradición, iniciada hace más de doscientos años, de acudir todos los viernes del año a la ermita del Ecce-Homo, y en especial los viernes de cuaresma, en los que se celebra una misa a las cuatro de la tarde, se reza el Vía Crucis, y se termina cantando los gozos del Santísimo Ecce-Homo. La ermita que regenta el reverendo Antonio Losas, que también tiene a su cargo, además de la iglesia del Puerto, otros ermitorios como los de Santa Bárbara y la Misericordia, abre todos los viernes a las 9 de la mañana, y a lo largo de la jornada es un continuo peregrinaje de fieles que acuden a encenderle velas al Ecce-Homo para pedirle por la familia, o la curación de alguna enfermedad, para lo cual también se depositan exvotos de cera.

La mayoría de las personas que acuden los viernes a la misa y al Vía Crucis lo hacen a pie, por el camino rural del Ecce-Homo, tal y como se ha hecho toda la vida, desde que fue encontrada la imagen que preside el ermitorio.

El 12 de octubre de 1787, viernes, uno de los braceros que cavaban en la heredad del boticario Francisco Mayner Llorens de San Esteban, sita en la partida del Rovellat, halló, debajo de tierra, una imagen del Ecce-Homo, labrada sobre piedra, la cual colocó Mayner en la alquería de la misma heredad. Vista la devoción que en la villa y pueblos del contorno había excitado el hallazgo, solicitó a Victoriano López, obispo de Tortosa, la bendición de la santa efigie y licencia para venerarla.

En 1792, Mayner, vista la afluencia de devotos a su alquería para visitar la imagen, no sólo de Burriana, sino que también de los pueblos de la comarca, solicitó levantar una ermita donde pudiese celebrarse la misa y depositasen los fieles sus ofrendas en cumplimiento de sus votos. El 15 de septiembre de 1795 se bendijo la ermita.

El Papa Pío VI, el 9 de febrero de 1798, concedió indulgencia plenaria a los que, confesados y comulgados, rogasen en el ermitorio del Ecce-Homo por la paz, desde la una de la tarde del 11 de octubre, hasta la misma hora del día 12 – fecha en la que celebra Burriana esta festividad – y desde la salida del sol hasta la puesta del viernes de Dolores; en los otros viernes de cuaresma – como ocurre ahora – 7 años y 7 cuarentenas de perdón; y 200 días de indulgencia en los demás días, orando por la paz. José Salinas Moreno, obispo de Tortosa, concedió también 40 días de indulgencia por rezar un credo ante la imagen del Ecce-Homo; 40 por decir o cantar los gozos, y 40 por decir la repetición.

Estas visitas a la ermita inspiraron a principios del siglo pasado el famoso poema popular de Juan Bautista Tejedo Beltrán “El Bessó”, "EL DIVENDRES A L'ACCIAMO": Cult nou per al Santissim la teua má empeltava / en este póble dòcil, solar de l’olla blava. / Mereixes de nosatros memòries les més tendres; / causares la seguida, seguida que no's trenca, / seguida relijosa, costum tan burrianenca / d'anar cap a l'Acciamo la gent tots els divendres (…) Sí, Santissim Acciamo / tú que empomares / pidolones paraules / dels nòstres pares / esquallats de pobrea / quan a la guèrra / o en les males anyaes / de nòstra tèrra, / ¿cóm no ferte'ls divèndres pelegrinage? / ¿quin burrianenc no estima la teua image?