Alumnos del Máster en Eficiencia Energética y Sostenibilidad en Instalaciones Industriales y Edificación de la UJI visitan las instalaciones de cabecera de Facsa en Burriana
El origen del agua con el que se abastece la población proviene de un acuífero subterráneo. Así, existen varios pozos dentro del término municipal desde donde se capta y se transporta el agua por medio de tuberías hasta el depósito de cabecera. Para garantizar el suministro, Burriana dispone de un aporte complementario del Consorci de la Plana Baixa y de una planta potabilizadora que permite mejorar la calidad del agua suministrada.
Los técnicos de Facsa explicaron el funcionamiento de la planta a los alumnos y destacaron el elevado grado de automatización implantado. Las instalaciones están gobernadas por un sistema de telecontrol desarrollado por Facsa que permite visualizar en tiempo real más de 200 variables, así como actuar de forma remota y registrar la evolución histórica de los distintos parámetros.
Pedro Sancerni destacó la importancia de esta cabecera de red para del servicio municipal de agua potable, ya que permite conseguir una mezcla homogénea de todas las fuentes de suministro y disponer de diferentes alternativas para garantizar el abastecimiento al municipio.
A la salida del depósito existe un grupo de bombeo integrado por tres bombas verticales, gobernadas por variadores de frecuencia, capaces de impulsar 16.700 litros de agua por minuto. Desde el bombeo, se inyecta agua con presión a la red primaria de distribución. Para mejorar la calidad del servicio suministrado se han definido unas consignas de presión que se ajustan al patrón de consumo de los usuarios.
La desinfección del agua suministrada se realiza mediante la dosificación de hipoclorito, directamente sobre el depósito. Para garantizar que la desinfección es correcta existe un dispositivo que mide en continuo la concentración de cloro residual, lo que permite detectar cualquier anomalía.
