El centro de reeducación de menores Mariano Ribera participa en el premio juvenil europeo Carlomagno
A través del proyecto Desintegrados
La consellera Sánchez de León destaca la labor de los centros que ayudan a menores de diversas zonas del mundo a integrarse en la sociedad
Con este fin, la consellera Paula Sánchez de León ha destacado que el centro reeducativo Mariano Ribera ha realizado el proyecto Desintegrados, “como respuesta a la problemática que se observa en los menores y jóvenes excluidos socialmente debido a su inadaptación a la sociedad europea”.
“A través de este proyecto –ha continuado la consellera- se ofrece un contexto educativo que favorece el adecuado desarrollo del menor que necesita mayor apoyo en la integración social, a través del trabajo personal y grupal”.
Por ello, desde el centro de reeducación se ponen a disposición de todos los menores, que proceden de diversas partes del mundo, “toda una serie de recursos que les ayuden a integrarse y adaptarse tanto al centro, en primer lugar, como a la sociedad y a Europa”, ha explicado la consellera.
Proyecto Desintegrados
El proyecto Desintegrados se basa en siete áreas concretas de intervención: la educativa; el área de intervención para el trabajo; la escolar y de alfabetización; el área para la convivencia; el área para la salud e higiene; para el deporte, ocio y tiempo libre y el área de intervención terapéutica.
Dentro de estas áreas el centro de reeducación ofrece a los menores diferentes talleres de competencia psicosocial, (desarrollo de habilidades sociales), recursos formativos (taller de trencadís), laborales (cursos remunerados o actividades laborales), así como talleres para fomentar la convivencia.
“Con todas estas actuaciones se pretende fortalecer psicológicamente al menor, ayudándole a encontrar los cauces de reinserción necesarios para readaptar su vida y salir del círculo en el que se encuentra”, ha afirmado Sánchez de León.
En el proyecto se pone como ejemplo la situación de 5 jóvenes del centro Mariano Ribera procedentes de Pakistán, Marruecos, Ecuador, Rumania y Bélgica. Todos ellos llegaron al centro de reeducación con diversos problemas, de adaptación, de conducta, problemas de documentación, familiares, socio-económicos. La consellera ha felicitado al personal del centro porque “tras pasar por el mismo y por el proyecto han conseguido mejorar diferentes áreas de su vida y reinsertarse completamente en la sociedad actual”.