El Pleno aprueba la creación de un banco de alimentos y pide al Consell prohibir la destrucción de alimentos en buen estado
El Pleno del Ayuntamiento de Burjassot, en la sesión ordinaria de septiembre celebrada ayer, ha aprobado, por unanimidad, una moción que busca suavizar los estragos que la crisis económica está ejerciendo sobre un elevado porcentaje de población, que tiene serias dificultades para llegar a fin de mes y para cubrir una necesidad básica como es la alimentación. La moción, presentada por Bloc-Compromís, trata la creación de un banco municipal de alimentos y la solicitud al Consell de la Generalitat Valenciana, de la aprobación de una normativa que prohíba la destrucción sistemática de alimentos en buen estado, por parte del sector comercial de la alimentación, especialmente las grandes superficies y cadenas comerciales.
La moción aprobada por el pleno resume, con preocupantes datos estadísticos, la complicada situación en la que se encuentra un elevado número de familias españolas que ya viven bajo el umbral de la pobreza.
La moción recoge en su punto de acuerdo la “creación inmediata de un banco de alimentos, que será gestionado, bien por el personal del Ayuntamiento, bien a través de acuerdos con ONG’s u otro tipo de entidades solidarias sin ánimo de lucro”. Además se aprobaron dos enmiendas del Grupo Popular que recogían las siguiente aportaciones: “dotación de un local o almacén y equipamiento oportuno para el correcto funcionamiento del banco de alimentos”, e “iniciar los trámites oportunos para firmar un convenio de colaboración con la Diputación de Valencia para la puesta en marcha del banco de alimentos”.
Según estadísticas publicadas por la Unión Europea, y tal como queda recogido en la moción aprobada, el estado español es el territorio europeo donde más ha aumentado la pobreza, representando el 10,7% del total de la UE. En el ámbito valenciano, según datos del INE, el 36% de las familias valencianas no tienen capacidad económica para afrontar gastos imprevistos. Y actualmente, según UNICEF, el número de niños afectados por esta situación de pobreza, asciende a más de 2 millones, de los cuales un 13,7% viven en familias que se aproximan a niveles de pobreza crónica. Estas cifras alarmantes chocan con una paradójica realidad, la de muchas superficies y plataformas comerciales del campo de la alimentación que diariamente lanzan a los contenedores toneladas de alimentos en buen estado y aptos para el consumo. La brutalidad de las cifras, apunta la moción, obliga a las administraciones públicas a obrar en consecuencia.
