Los niños de la Escuela de Verano aprenden la técnica de reforestación Nendo Dango
Más de doscientos niños y niñas de Burjassot han comenzado la aventura de la Escuela de Verano organizada por el Instituto Municipal de Cultura y Juventud de Burjassot y Crea Natura. Tras la inauguración celebrada en la mañana de ayer (2-07-2012) y la posterior organización inicial de los diferentes grupos, hoy han comenzado las actividades y dinámicas que tratan de conseguir que los alumnos de esta escuela tan especial se diviertan al máximo, al tiempo que toman conciencia de la importancia de cuidar del entorno y de las ventajas de las energías renovables.
Así, algunos grupos hoy han comenzado su experiencia en la Escuela de Verano aprendiendo un novedoso método de agricultura natural como útil técnica para frenar los procesos de desertización. Se trata de la técnica Nendo Dango, desarrollada por Masanobu Fukuoka. Este método de encapsulado o pildorización consiste en introducir una mezcla de semillas en una masa compuesta de arcilla y humus. Estas bolas rellenas de semillas consiguen protegerlas una vez depositadas en el terreno escogido y evitar así que las semillas sean alimento de pájaros, roedores u otros animales. Así, las semillas se mantienen en buen estado, por las propiedades del humus, hasta que llega la época lluviosa. Es entonces cuando, en contacto con la humedad, la arcilla se deshace y permite que toda la mezcla de semillas que contiene la bola empiecen a brotar y a reproducir el conjunto de plantas deseado.
Las bolas que durante esta mañana han estado amasando los niños y niñas de la Escuela de Verano, contenían tres tipos de semillas: Brachypodium retusum o lastón, una planta herbácea, Pistacea Lentiscus o lentisco, un tipo de arbusto y Pinus Halepensis o pino carrasco. HDes esta manera se consigue que brote a la vez un combinado perfecto de ecosistema vegetal: manto verde, masa de arbusto y árbol.
Una vez se sequen las bolas de arcilla, el siguiente paso será enterrarlas en macetas con el objetivo de que, pasados unos días, los pequeños agricultores observen que la técnica del Nendo Dango funciona.
