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La Diputación financia la recuperación de la Iglesia del Calvario de Betxí

    El presidente de la Diputación, Carlos Fabra, la directora general de Patrimonio, Paz Olmos, y el diputado de Cultura, Miguel Ángel Mulet, han presidido esta mañana la inauguración de las obras de restauración de la Iglesia del Calvario de Betxí. Una emotiva ceremonia en la que han estado acompañados por el alcalde de la población, Manuel Blasco, los diputados Esther Pallardó y Rubén Ibáñez, junto a más de un centenar de vecinos de Betxí.

    Esta restauración forma parte del Convenio de Colaboración para la Restauración de Bienes Inmuebles de las Diócesis de Segorbe-Castellón y Tortosa, del cual ya se han realizado más de 40 actuaciones. Un acuerdo suscrito entre la Diputación de Castellón y la Consellería de Cultura y que ha permitido actuar en inmuebles incoados o declarados como bienes de interés cultural, además de otros inmuebles de especial relevancia patrimonial. El presupuesto total de la obra de la Iglesia del Calvario asciende a 100.040 euros.

    El presidente de la Diputación, Carlos Fabra, ha destacado “la importancia que tiene para todos los ciudadanos de la provincia este tipo de acciones de recuperación patrimonial. En concreto se ha realizado una intervención de conservación y restauración de las pinturas murales exteriores y de los enlucidos originales, además del saneamiento y reposición de los enlucidos del resto. Antes de la actuación, las fachadas del templo se encontraban en avanzado estado de deterioro, con grandes zonas de pérdidas de mortero y roturas generalizadas”.

    Por su parte la directora general de Patrimonio, Paz Olmos, ha subrayado “la necesidad de continuar en este tipo de actuaciones, especialmente en instalaciones que han sufrido tanto deterioro. Los morteros de recubrimiento de la capilla presentaban grietas y fisuras generalizadas, lo cual estaba provocando continuas filtraciones de agua. La capa pictórica del interior del templo presentaba una capa de suciedad y polvo endurecido, con zonas donde los colores habían sido completamente lavados. Además, como consecuencia del goteo de lechada de cemento durante la fase de hormigonado de la cornisa superior, se habían producido depósitos de sales sobre las pinturas, que ponían en peligro su durabilidad. En definitiva, la ruina era casi inminente y afortunadamente podemos decir que hemos llegado a tiempo”.

    La Iglesia del Calvario de Betxí data de 1755, año en el que comenzaron las obras de su construcción bajo las órdenes del maestro albañil Jaime Doñate. El calvario presenta portada y disposiciones barrocas, mientras que capilla interior posee decoración rococó a base de rocallas enteramente dedicadas a la Pasión de Cristo.

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