Fallece María Pilar Llorca Zaragoza
Maruja Llorca se dedicó, en los difíciles años 40 y 50, a la docencia, cuando Benidorm adolecía de centros de enseñanza media y superior, preparando alumnos que cursaban Bachillerato y Magisterio.
La buena preparación se tradujo en la obtención de muy buenas notas o resultados por sus alumnos en los exámenes que realizaban en los institutos de Alicante o en la Escuela Normal de Magisterio.
Maruja cursó estudios primarios y secundarios, siendo autodidacta a partir de entonces y destacando por ser una persona de gran interés por la cultura.
Entre sus alumnos figuran el sacerdote Juan Rodríguez, Vicente Pérez Devesa, Tomás Cortés Lloret, Pepita Moncho, Pepita Fuster y los hermanos Núñez Lagos, pertenecientes a una familia que asiduamente veraneaba en Benidorm. Además, también se dedicó durante esos años a la acción social.
En la misa exequial celebrada ayer martes 15 de diciembre, los sacerdotes Juan Rodríguez y Francisco Coello, han destacado de Maruja su sencillez, cercanía, humildad, generosidad, su carácter jovial y alegre y su dedicación a la docencia de forma altruista, al mismo tiempo que uno de sus sobrinos resaltaba su gran independencia en el modo de pensar y actuar.
Su casa natal, donde también murió, el Huerto de Colón, en la calle Tomás Ortuño, es una casa solariega de la segunda mitad del siglo XIX, tal vez la más antigua de Benidorm y que fue donada, junto a los jardines de la misma, al pueblo de Benidorm, por los hermanos Llorca Zaragoza, Vicente (bibliotecario del Senado fallecido el pasado mes de abril) y Maruja, para ser destinada como biblioteca pública municipal o centro cultural. Los jardines son ya una plaza, uno de los pocos espacios verdes del centro de la ciudad.
