Expertos en ecología litoral justifican el mantenimiento de la posidonia en las playas al ser un protector natural de la costa
El director del Instituto de Ecología Litoral, Gabriel Soler, junto al biólogo y técnico del Ayuntamiento de Benidorm, Moisés Pellicer, han defendido esta tarde los beneficios de la posidonia para el mantenimiento de los arenales, tanto a nivel acuático como sobre la arena.
Los expertos en ecología litoral han incidido en la necesidad de mantener la calidad de las barreras de posidonia e, incluso, incrementar su presencia, ya que tal y como han argumentado, de su existencia depende también el mantenimiento de los arenales.
En este sentido, Pellicer ha explicado que las praderas de posidonia, que se desarrollan frente a la costa a profundidades de hasta 40 metros, son la primera barrera para mantener segura la playa de flujos y mareas. Como planta de hoja caduca que es, la posidonia produce a finales de verano grandes cantidades de hoja muerta que va a parar a la arena.
El biólogo municipal ha indicado que estos arribazones deben mantenerse en tanto que funcionan como segunda barrera protectora, impidiendo que el oleaje de las tormentas de otoño e invierno se lleve la arena hacia el fondo marino. Pellicer ha subrayado que la retirada de la misma provoca además la pérdida de hasta un 40% de arena, que va mezclada con la planta.
Asimismo, en la conferencia ofrecida esta tarde en el salón de actos del Ayuntamiento, que ha contado con la participación del concejal de Medio Ambiente, Pepe Marcet, se ha reflexionado sobre los grandes males que afectan a la salud de la posidonia oceánica, como son la construcción de puertos deportivos, la presencia masiva de embarcaciones fondeando sobre las praderas de posidonia o la regeneración de playas con arena procedente de fondos marinos, lo que provoca la muerte de estas praderas.
