El Centro Social José Llorca Llinares amplía sus servicios para abarcar al ámbito familiar y a la juventud
El Consistorio ha acometido un saneamiento integral del centro para dotarlo de más y mejores espacios de uso común
Con los recursos propios de la Concejalía de Bienestar Social y el dinero procedente del segundo Plan E del gobierno central, se han remodelado cuatro espacios dando paso, de este modo, a unas aulas mejor preparadas para el uso comunitario. Asimismo, un grupo de personas condenadas a la realización de horas de trabajo en beneficio de la comunidad se han encargado de la pintura y la limpieza del centro. A estas acciones de acondicionamiento se suma la adquisición de nuevo mobiliario, el vaciado del sótano, que hasta el momento acumulaba más de 14.000 kilos de ropa usada o el estudio de un Plan de Ahorro Energético.
La finalidad de estas medidas es, explica la directora del centro, Mercedes Moreno, “llenar este centro de vida, que todo el barrio lo utilice. Estamos rodeados de centros escolares y son muchas las familias que residen en su entorno”. Si el centro Social José Llorca Llinares ya era un gran conocido entre las personas mayores, ahora se suman otros colectivos sociales que han encontrado el modo de sacarle partido.
Dentro de la programación de actividades del centro se han llevado a cabo 31 talleres informativos, de promoción de la salud y la actividad física, manualidades, así como ocio y tiempo libre, ampliamente demandada por la población, “existiendo en la mayoría de los casos lista de espera”, indica Moreno.
Una de las grandes novedades de este pasado ejercicio ha sido la puesta en marcha de un programa de intervención con familias con riesgo de exclusión social, que ha supuesto la creación de un grupo formado por padres e hijos enfocado a mejorar sus relaciones.
Para los más jóvenes, el centro social ofrece ahora talleres de teatro, de guitarra y de baile, además de una ludoteca con capacidad para más de 40 niños. La juventud cuenta con espacios y salas cedidos para sus clases de guitarra y bajo, percusión, funky o cardio-dance.
Las mujeres han tomado las mañanas desde que se pusieran en marcha nuevos talleres y cursos, de danza del vientre, cardio-dance y patchwork, lo que ha permitido que las instalaciones estén siempre ocupadas.
Los mayores también han incrementado su presencia más allá de los tradicionales bailes del domingo, con la puesta en marcha de acciones encaminadas a promocionar la salud y la actividad física.
Lo más destacable en este apartado ha sido el relanzamiento de las Aulas Universitarias de la Experiencia, dependiente de la Universidad Miguel Hernández, que habían perdido interés entre los usuarios del centro para, este año, acoger a más de 40 mayores de 55 años, frente a los 8 del año pasado. Este 2011 llega con otra gran novedad, la puesta en marcha de la Primera Semana de la Tercera Edad.
El colectivo de mayores de nacionalidad inglesa que asiste al Centro Social José Llorca Llinares también incrementa sus actividades, en colaboración con los colegios de la zona, de modo que los alumnos puedan hacer intercambio de idiomas.
La concejala de Bienestar Social, Isabel Martínez, se puso como reto en el último año la dinamización de los centros sociales del municipio, desde el José Llorca Llinares, pasando por el centro social Jelena, La Torreta, Tánit, en La Cala y Pintor Lozano. Los resultados comienzan a verse ahora, con un notable incremento de usuarios y una oferta de actividades que abarca a más sectores poblacionales.
