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La alcaldesa de Benicàssim reclamará expresamente que la reforma de la ley catastral se aplique con carácter retroactivo

    La Alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, ha querido que su municipio sea, de momento el único que pedirá expresamente, que la reforma de la ley catastral que prevé cambiar la valoración del IBI de los suelos urbanizables no desarrollados, por la de rústica, se aplique con retroactividad a enero de 2015. Eso supone que los vecinos beneficiados, no solo pagarán casi un 90% menos en le recibo del IBI de 2016, sino que se les devolverá la cantidad proporcional pagada de exceso en 2015.

    Marqués ha señalado que “sabemos que en los últimos días, casi todos los ayuntamientos van a pedir que la reforma se aplique con fecha de 2016 para no tener que incluir las compensaciones en el presupuesto del año que viene. Pero yo creo que lo justo es que se comience a contar desde 2015. Estamos en un momento económico delicado para las familias y los ayuntamientos debemos estar al lado de las personas y velar por sus intereses. Y en este caso, el mayor interés para nuestros vecinos de Benicàssim es poder ahorrar en el IBI de 2016, pero también recuperar la parte que les corresponde de 2015”.

    La alcaldesa de Benicàssim ha tomado esta decisión, que será ratificada por la Junta de Gobierno el próximo lunes y remitida a la Dirección General del Catastro de manera inmediata. El objetivo es que la medida entre en vigor antes de acabar 2015 y así beneficiar a todos los vecinos afectados.

    Marqués ha anunciado que “en el presupuesto de 2016 ya se ha incluido la partida necesaria para abonar ese exceso de cobro y, aunque otros ayuntamientos, sabemos que se lo quieren ahorrar, nosotros pensamos que ese dinero está mejor en los bolsillos de las familias. Y esto sí es una política social, de reducción de impuestos y de ayuda a las familias”.

    Esta modificación del texto refundido de la Ley del Catastro Inmobiliario fue aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy el pasado 24 de junio y permite que el suelo urbanizable que se ha quedado sin desarrollo pase a ser considerado como suelo rústico a efectos única y exclusivamente del pago al catastro. Es decir, podrá seguir pendiente de desarrollo y calificación de urbano, pero mientras eso no sucede, sus propietarios pagarán como rústico.

    Esta medida en Benicàssim supondrá una reducción del impuesto de hasta el 90% en algunos casos. Lo que traducido en cifras será casi 100 euros por metro cuadrado, según la propiedad afectada.
    Susana Marqués ha añadido que “espero que otros políticos municipales de nuestro entorno tomen ejemplo y no traten de beneficiarse a costa del bolsillo de los ciudadanos. La ley está para beneficiar a las personas y los ayuntamientos debemos procurar siempre que nuestros vecinos tengan un institución justa, sensible y en ningún caso, como se diría vulgarmente, pesetera”.

     

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