El equipo de gobierno aprueba definitivamente el reglamento de funcionamiento del Teatro Wagner y del Auditorio Alfredo Kraus
Para Leticia Alenda, edil de Cultura del Ayuntamiento de Aspe, “esto supone un avance en la regulación y reglamentación de nuestros edificios públicos, pues hasta aquí se ha carecido del texto básico de funcionamiento que cualquier Ayuntamiento con este tipo de servicios tiene”. Alenda manifestaba que “este reglamento es el primero que se aprueba, desde que en 1995 en una Comisión se acordasen y aprobasen las normas básicas de funcionamiento de estos recintos, si bien a la espera de realizar el consiguiente reglamento. Así, en el Punto 2º de la Disposición Final de la citada Comisión de fecha 18/09/1995, se explicitaba que el equipo de gobierno de entonces se comprometía a realizar antes de finalizar ese año un Reglamento de funcionamiento del Teatro Wagner. Sin embargo, desde entonces no se hizo nada, dejando al propio Ayuntamiento sin un instrumento crucial en cuanto al funcionamiento de cualquier órgano o ente se refiere”.
La concejala ha puesto de manifiesto que “hasta la fecha hemos venido trabajando con la normativa existente, hasta que hemos descubierto que la misma no había seguido los preceptivos trámites legales para ser aprobada, entre otros, su paso por la aprobación del pleno municipal, de modo que una vez más la falta de trabajo y de interés del anterior equipo de gobierno socialista nos ha dejado como legado, entre otras cosas, 15 años de irregularidades en la normativa a aplicar para que funcionen servicios tales como el Teatro Wagner o el Auditorio, porque lo mínimo hubiera sido tener un instrumento que contase con una aprobación legalmente establecida, por el órgano competente y con su publicación en el boletín oficial que correspondiese”.
Este Reglamento de Funcionamiento del Teatro Wagner y del Auditorio Alfredo Kraus de Aspe en la práctica ha recogido la gran mayoría de las propuestas alcanzadas y con las que se ha estado funcionando hasta el día de hoy. Según Leticia Alenda, “se ha intentado mejorar algunos aspectos no contemplados en la praxis diaria, así como se ha tenido que ajustar a la legalidad vigente supuestos que actualmente se estaban llevando a cabo y que la ley hoy nos prohíbe, como es la prohibición de dar subvenciones en especie cuando además ya se está percibiendo su correspondiente subvención, casos que de seguir con esa práctica estaríamos incurriendo en las infracciones legales correspondientes”. Pero no sólo eso, sino que, según la concejala responsable, también “se ha llegado a incorporar la propuesta de que una vez al año un artista local pueda exponer su obra sin coste alguno, lo que se ha realizado por consenso entre la Concejalía de Cultura y las asociaciones de arte de la localidad, lo que viene a sumarse al resto de exposiciones anuales de los diferentes colectivos de arte locales que vienen realizándose con carácter anual y que se iniciaron en esta legislatura”.
La edil de Cultura explicó que “en tres años se ha triplicado la cesión del Teatro para diversas actuaciones, sin embargo, no todas estas cesiones se realizaban con carácter benéfico, sino como posible forma de autofinanciación, lo que repito, está prohibido por la ley (subvención encubierta), por lo que para no perjudicar los intereses municipales ni en última instancia los de nuestros vecinos, se ha incluido en el reglamento que para determinados casos concretos se pueda cobrar un precio simbólico, ya que si, por ejemplo, es una persona, agrupación, empresa o empresario privado quien solicita estos servicios para obtener a cambio la taquilla que se venda, justo es que el consistorio reciba un precio simbólico por la utilización del mismo, con el que se pretende poder contribuir a sufragar los gastos de apertura y mantenimiento del recinto.” Alenda manifestó que “tenemos que ser realistas y tener en cuenta que los gastos de apertura, mantenimiento, etc. en el año 2010 ha supuesto la utilización del Teatro Wagner ascienden a 320.000 euros, mientras que sólo se han ingresado 172 euros en todo el año”.
Con esta medida que, según la edil “no tiene interés recaudatorio, sino que lo que se pretende es concienciar a los usuarios de que los servicios que se prestan tienen un coste y suponen un gasto al pueblo, por lo que para ello en los casos en que no sean actuaciones con carácter benéfico deberán contribuir con un precio simbólico”.
Finalmente, Leticia Alenda quiso dejar claro que “una asociación que haga una actuación a beneficio de otra entidad con carácter benéfico o con fines humanitarios en ningún caso va a tener que pagar nada por utilizar el Teatro o el Auditorio”.
