Bastidas impone la insignia de Plata de Alzira a Carolina Petrillo
Carolina Petrillo de 102 años de edad, cumplidos el 9 de agosto, se mostró muy contenta por el homenaje y estuvo arropada por gran parte de su extensa familia. La máxima autoridad local también le entregó a Carolina un ramo de flores y un libro de Alzira para que siempre la guarde en su corazón.
Un dia completo en el que las personas mayores de Alzira fueron las protagonistas. A primera hora de la mañana la alcaldesa de Alzira junto a miembros de la Corporación Municipal visitaron el Hogar Santa Teresa Jornet, así como las Residencias Municipales de Guerrillero Romeu y la de Solimar, donde saludaron a todos sus residentes. Luego se trasladaron hasta el Casal Fester donde cerca de 800 personas se reunieron para comer una paella gigante. Allí disfrutaron con la actuación de la Coral del CEAM y pudieron bailar hasta bien entrada la tarde. La actriz alzireña, Elisa Ramírez, acompañada de su marido también participó en esta comida.
Carolina Petrillo
Durante toda su vida se ha dedicado a la docencia. Su profesión de maestra ha sido uno de sus mayores logros y le ha dado muchas alegrías. Una de ellas que le concedieran la Medalla de Oro del Ministerio como reconocimiento a sus años dedicados a la enseñanza.
Jubilada desde hace cerca de 45 años y viuda desde hace más de 43, vino a Alzira por su única hija Rosanna, que se desplazó hasta la capital de la Ribera Alta por motivos laborales de su esposo, hace 31 años. Carolina se reencontró con ella un año después y, desde entonces, vive en Alzira. Ya hace de eso 30 años.
Tiene 4 nietos y 7 biznietos, todos ellos viven en España. Desde siempre le ha apasionado la pintura, sobre todo de flores y paisajes, también es una gran amante de la música, nos han dicho que sabe tocar muy bien el piano. Actualmente le gusta mucho hacer cruzigramas y está al tanto de lo que sucede tanto aquí como en Italia mediante la tele. También le encanta leer.
A Carolina le encanta la comida de nuestra tierra, así como la gente, que es muy abierta. Su hija Rosanna destaca de su madre su vitalidad y su alegría.
Tanto ella, como su hija y el resto de familia están encantados con este homenaje, ya que aunque Italia siempre estará en su corazón, ahora su vida la tienen aquí, en Alzira, ciudad que siempre formará parte de sus recuerdos.
