El domingo se recorrió la cuarta etapa de la Ruta dels Monestirs
Los participantes de esta etapa salieron en autobús a las 08:30 horas desde la plaza del Reino de Alzira y se concentraron a las 09:00 horas en las puertas del monasterio de Santa Maria de la Valldigna, para realizar la visita guiada a este importante cenobio valenciano, propiedad de la Generalitat Valenciana y gestionado por la Fundació Jaume II.
En este monasterio se sellaron los credenciales de senderista que acreditan las etapas realizadas e iniciaron la ruta a pie que recorrió, entre naranjos y acequias, el corazón del excepcional paraje de la Valldigna, atravesando la vecina población de Benifairó. Los senderistas se dirigieron hacia la frontera entre las comarcas de la Safor y la Ribera, por un paso conocido como la “Trinxera”, antiguo trazado del ferrocarril de Carcaixent - Denia, que ha sido recuperado para este sendero de Gran Recorrido (el GR-236 La Ruta dels Monestirs). Este paso entre montañas ha estado cubierto de vegetación y escombros hasta que en el proyecto de recuperación y señalización del sendero se limpió y habilitó, convirtiéndose en un cómodo, atractivo y seguro camino de comunicación entre los dos valles, la Valldigna y Aigües Vives.
A medio día se visitaron el antiguo monasterio de monjes agustinos de Santa Maria d’Aigües Vives, propiedad de la familia Gomar-Ferrer, más conocida por TANO, de Gandia.
Los excursionistas descansaron en la Barraca d’Aigües Vives, concretamente, en la antigua estación del “trenet” de vía estrecha, recientemente habilitada como centro social, por parte del Ayuntamiento de Alzira y la Diputación de Valencia.
Por la tarde, continuaron el recorrido por el Valle, en dirección a la Solana, para ascender a la Serra de les Agülles por el histórico sendero del Pas del Pobre, también recuperado para este GR-236. Desde la parte superior de este Paso se ofrece una magnífica vista de los dos valles, el de Aigües Vives, que se despide ya, y el de la Casella, que se abre a los pies del senderista. Una frondosa vegetación, propia de umbría, dificulta el descenso por este estrecho sendero, que en un pronunciado zigzagueo desciende hasta el margen izquierdo del Barranc de la Casella para llegar a la Font Nova, donde tras un breve ascenso por una escalera de piedras se alcanza la carretera asfaltada y se enlaza así con el sendero de corto recorrido PR-303 “D’Alzira a la Casella”, por el cual se finaliza esta atractiva etapa de unos 15 kilómetros aproximadamente, que pone su punto y final en el Bar de la Casella.
