La exposición “L’Arca de Noé” puede visitarse en la Casa de la Cultura hasta el 4 de mayo

La Casa de la Cultura acogió, ayer por la tarde, la inauguración de la exposición “L’Arca de Noé” que reúne una serie de obras creadas por 21 artistas plásticos, a partir de la reutilización de materiales abandonados. Esta exposición forma parte de un proyecto de intervención plástica en la Montañeta de Sant Salvador y se podrá visitar hasta el sábado, 4 de mayo.

Papeles, cartón, vidrios, tapones, envolturas, garrafas de plásticos, sillas, bidones, madera y otros materiales abandonados, han sido los elementos que los artistas participantes han utilizado transformándolos en sorprendentes objetos artísticos.

Según el concejal de Cultura, Carlos Correal, esta práctica del reciclaje en el campo del arte “implica también a todo un movimiento crítico hacia el tremendo hábito consumista de nuestra sociedad” y “supone un vehículo sumamente válido como manera de concienciar sobre la utilidad de los objetos abandonados en los vertederos, y en su funcionalidad desde un punto de vista estético, como evidencia la exposición”.

Cabe recordar, que la Sala Municipal de Exposiciones ya ha albergado, con anterioridad, muestras de estas características. En el año 1997 el artista alzireño, Juanito Maraca, que llevaba unos años trabajando e investigando con estos materiales, presentaba su obra abriendo una interrogante para la reflexión sobre si el resultado podía ser considerado una obra de arte. Un interrogante que continúa llenamente vigente en el debate artístico y que regresa a simbolizar con la pieza que ha aportado a esta exposición. Dos años más tarde, Paco Castellón, con sus “Cremats” nos recordaba de nuevo que cualquier material olvidado, cualquier elemento, aparentemente inservible, es susceptible de transformarse en arte.

La incorporación de este tipo de materiales a la obra de arte ha estado utilizada por muchos artistas plásticos desde principios del s. XX. Si bien, no será hacia la mitad de siglo, cuando movimientos como el Junk-Art y después el denominado Arte-pobre le dan a los materiales abandonados un papel más protagonista en el discurso artístico contemporáneo. A partir de aquí, se crea todo un movimiento artístico basado en el reciclaje como apoyo para la creación artística, que toma más fuerza, al conectar también con una mayor sensibilización social al respeto de la necesidad de proteger el medio ambiente.