Proyecto de terapia canina para personas con discapacidad
Gracias a este convenio, financiado mediante la convocatoria para personas con discapacidad de Fundación La Caixa, cerca de 100 personas con discapacidad de la provincia de Valencia verán mejorada su la calidad de vida, el estado de ánimo, las habilidades sociales y la empleabilidad a través de la realización sesiones de terapia asistida con perros. IAE es pionera en España en este tipo de terapias, que lleva realizando desde 2004.
El proyecto dará servicio de terapia canina a 7 Centros para personas con discapacidad de la provincia de Valencia en las localidades de Algemesí, Carcaixent, Alzira, Guadassuar y Alginet cubriendo así la necesidad de implantar terapias blandas que estimulen a diferentes niveles a los usuarios de los mismos, fomentando su autoestima, sus habilidades sociales y por tanto su empleabilidad. Este tipo de terapia es especialmente motivadora dado que está asistida por perros, y podemos ver beneficios a nivel emocional, ya que se establece contacto entre los usuarios y el voluntariado especializado de IAE, siendo el perro el nexo de unión entre ambos. A nivel físico podemos apreciar como el animal transmite su energía al usuario al mismo tiempo que hace que tengan que realizar movimientos físicos a la hora de pasearlo o de lanzarle objetos para que los recoja. En cuanto al nivel psicológico la terapia canina ayuda a fomentar las capacidades cognitivas que se trabajan de diferentes formas con la colaboración del animal.
La terapia consiste en una sesión semanal de 1 hora de duración, en la que los usuarios interactúan con el perro mientras practican diferentes ejercicios tanto físicos como mentales, así como actividades consensuadas con el psicólogo del centro, siendo dirigidas en todo momento por los terapeutas caninos y asistidos por voluntarios, adultos y menores cumpliento TBC, siendo la propia ONG la encargada de llevar a cabo las sesiones y velar por el buen desarrollo del proyecto.
Las sesiones se inician manteniendo el contacto físico entre los usuarios y el perro, caricias y abrazos, los estimulan despertando sensaciones y estando a partir de ese momento receptivos a participar en las actividades preparadas para esa sesión.
El proyecto contará además con la participación de menores y tambié adultos cumpliendo medidas judiciales de trabajos en beneficio de la comunidad. De esta manera, los menores adquirirán competencias sociales al tiempo que conocen otras realidades en su comunidad como es la de las personas con discapacidad, la importancia del voluntariado social como forma de mejora de su entorno y aprenden conocimientos básicos, que podrían considerarse pre laborales, sobre terapia canina y cuidados a enfermos y discapacitados, al tiempo que se incrementa su confianza y autoestima.
