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Altea protege la Sierra del urbanismo salvaje con un paquete de medidas aprobadas en el pleno

    El Ayuntamiento de Altea aprobó en pleno la modificación de las ordenanzas urbanísticas de la Sierra de Altea. El logro más importante fue conseguir la prohibición de manera definitiva de la llamada "agrupación de viviendas" figura que se convierte en la práctica, en grandes edificios que generan apantallamientos de gran impacto visual visibles desde cualquier punto del municipio.

    La edil de urbanismo que planteó la propuesta, Carolina Punset, defendió en el pleno esta modificación aduciendo que "hay que poner límites a la edificación intensiva que permitía construir edificios ahí donde siempre debió haber casas unifamiliares que hubieran tenido un impacto mucho menor que el actual". Asimismo la normativa aprobada, añadió "se dirige a la defensa del medioambiente ya que evita la tala indiscriminada de árboles protegiendo las masas forestales de las parcelas afectadas, limita la altura de los muros así como de las edificaciones a tan solo dos plantas, regula las excavaciones y movimientos de tierra excesivos dejando claro cuales son los límites que evitaran atentar contra la topografía y el perfil de la montaña".

    El portavoz del Bloc-Compromis, Jaume Llinares, se abstuvo y no apoyo las reformas porque afirmó que las medidas son "improvisadas" y pidió una revisión global de toda la Sierra, mientras que por su parte, el grupo del socialista Andrés Ripoll, si que dio su voto favorable a las medidas propuestas aunque pidió un estudio más detallado de la zona del Mascarat.

    El edil popular Jesús Ballester, defendió con su voto a favor las medidas "por ser proteccionistas con el entorno y consideró que rectificar políticas urbanísticas a favor de la protección del medio son medidas positivas para Altea". Además remarcó "que las medidas protectoras no paralizan la actividad económica ni constructiva porque se pueden seguir presentado y tramitando licencias de construcción siempre y cuando estén de acuerdo con la nueva normativa aprobada por el pleno".

    Finalmente, El pleno también aprobó una modificación de la ordenanza reguladora de horarios y condiciones de limpieza y seguridad para obras y construcciones en el término municipal de Altea. La modificación se dirige a combatir la contaminación acústica que genera los ruidos y vibraciones molestas que se generan en determinadas zonas de la Sierra por la actividad constructiva. Para ello propone restringir las actividades que provocan en las obras esos ruidos y vibraciones molestas los meses de julio y agosto. Tal y como explicaba la concejala de urbanismo, Carolina Punset, "son medidas que hace ya tiempo que se han adoptado en otros municipios turísticos con el objetivo de poder hacer compatible la actividad constructora con la calidad de vida que debe ofrecer un municipio turístico como Altea en temporada alta".
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