Almussafes creará un Banco de ADN de los más de 1.600 perros censados en la localidad
El Ayuntamiento de Almussafes se ha fijado el plazo máximo del 2017 para dar una solución definitiva a la problemática de los excrementos caninos abandonados en las vías públicas de la población, una conducta incívica que genera problemas no solo de limpieza e higiene, sino también de salud pública. De hecho, desde marzo y hasta mayo del próximo año, se procederá en la clínica veterinaria local a la extracción de sangre del conjunto de canes residentes en el municipio, un total de 1.616, tal y como consta en el censo canino, para dotarlos de su huella genética. Esta acción, que sufragara íntegramente el consistorio, permitirá la creación de una base de datos en la que constará el número de microchip y el correspondiente ADN de cada uno de los animales. La iniciativa posibilitará que a partir del mes de julio, la Policía Local pueda sancionar a los dueños de los canes que no hayan recogido de forma inmediata las heces de las calles, jardines y zonas verdes de la localidad. Con carácter previo, se emitirá el informe de identificación del responsable por parte del laboratorio sevillano Neobiotechnic, el único con la acreditación para el genotipado canino a través de muestras de heces.
Desde hace 16 años, el Consistorio de Almussafes aplica la Ordenanza de Tenencia de Animales, una norma municipal que, en la actualidad, está siendo objeto de revisión puesto que el ejecutivo local va a incluir en la misma la creación del Banco de ADN de todos los canes del municipio, su funcionamiento y las sanciones a las que se enfrentarán los propietarios de los 1.616 canes residentes en la localidad, en el caso de no recoger los excrementos de los parques, jardines y vías públicas. "La nueva legislación obligará al dueño del animal a eliminar de forma inmediata los excrementos y, en caso contrario, vamos a poder identificar al responsable con esta nueva herramienta que nos brinda la tecnología", explica la concejala de Medio Ambiente, Teresa Iborra.
De hecho, el Ayuntamiento ya ha establecido un calendario de actuaciones para la puesta en funcionamiento de la iniciativa, que estará plenamente implantada en julio del próximo año y para la que el ejecutivo local ha consignado 50.000 euros en el presupuesto de 2017. La primera fase se desarrollará durante los meses de enero y febrero. "Lógicamente primero hemos de sensibilizar a los dueños de los canes con una campaña informativa y de concienciación, en la que detallaremos con claridad y precisión toda la iniciativa", destaca la edil.
A partir de esa fecha y durante tres meses, los propietarios estarán obligados a llevar a sus canes hasta la clínica veterinaria de Almussafes, donde se procederá a la extracción de sangre de todos ellos para dotarlos de su huella genética, una identificación única, detectable e imborrable, que acompañará al microchip. Esta acción será gratuita, puesto que el ayuntamiento ha decidido sufragar todo este proceso durante el plazo establecido. "No obstante, en el supuesto que algún can no disponga de la huella porque su propietario eludió su responsabilidad y sea detectado por los agentes locales a partir del mes de julio, será éste quien deberá asumir el coste del servicio, con la única excepción de los canes recién nacidos o de nueva incorporación en nuestro censo canino", asegura Iborra.
Desde la clínica veterinaria se remitirán todas las muestras de sangre hasta Newbiotechnic, laboratorio de referencia y a la vanguardia en cuanto a gestión de libros genealógicos, quien conformará la base de datos, con el número de microchip y el correspondiente ADN de cada uno de los animales, dado que será el responsable de extraer el ADN de la muestra recogida y remitida por la Policía Local, para su comparación con la base de datos y la correspondiente identificación del responsable, previa emisión del informe al Ayuntamiento.
"Nos hemos dado el primer semestre del año como plazo para completar todo el proceso y, a partir de julio, estas conductas incívicas tendrán consecuencias económicas en los infractores", concluye la concejala, quien explica asimismo que desde el ejecutivo local se ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años para solucionar el problema de los excrementos y muestra de ello las cuatro zonas destinadas a la suelta, esparcimiento y juego de perros existentes en el núcleo urbano. "Aunque la mayoría de los propietarios de los canes se responsabilizan de las heces, es una realidad que algunos de ellos no asumen su responsabilidad, generando con ello dificultades en cuanto a higiene, limpieza y salud pública. Finalmente nos hemos visto obligados a optar por esta herramienta, que también va a servir para identificar a los perros en el caso de robo, extravío, maltrato o abandono".
Carteles de control acceso perros
Hace unos pocos días, el consistorio de Almussafes instaló unos carteles de prohibido acceso a perros en todos los parques públicos del casco urbano. "Es una realidad que el principal grupo de riesgo de las heces parasitadas son los niños pequeños, a quienes debemos proteger con todos los elementos a nuestro alcance".
