Almussafes reduce el valor catastral del IBI en un 22% para el 2015
El Ayuntamiento de Almussafes inició el presente año con una gran noticia desde el punto de vista fiscal: la deducción del tipo impositivo aplicado para el Impuesto sobre los Bienes Inmuebles del casco urbano entre un 20 y un 25%, situándolo en el 0,42% – prácticamente el mínimo legal aplicable por la Ley del Catastro, fijado en el 0,4% –. Por segundo año consecutivo, los bolsillos de los contribuyentes de la localidad se van a ver todavía más beneficiados, puesto que el próximo año 2015 abonarán una cantidad menor en sus recibos, tras la aceptación por parte de la Dirección General del Catastro de la petición del gobierno municipal para la aplicación automática de los coeficientes reductores de los valores catastrales del municipio en un 22%.
El gobierno municipal cumple así con la promesa electoral de bajar el impuesto del IBI, aunque ello conlleve una merma considerable de los ingresos municipales que se va a compensar con medidas correctoras, que en ningún caso gravan a los vecinos, como el incremento del coeficiente del 1 al 1,10% para las empresas de las áreas industriales y la subida del impuesto del IAE del 2’80 al 2’85% para aquellas empresas que facturan más de un millón de euros anuales. La aprobación de las ordenanzas fiscales del 2015, con las modificaciones citadas, se llevó a cabo durante la sesión plenaria celebrada ayer jueves con el voto favorable de los tres grupos municipales.
Tras dos años consecutivos de reducción sustantiva de la fiscalidad del IBI, el consistorio de Almussafes ha conseguido mantener no sólo el número, sino también la calidad de todos sus servicios públicos e incluso apostar por el incremento de una avanzada política de transferencias corrientes, vía ayudas y subvenciones, en la que este año se han invertido más de 1.500.000 euros, un 11,24% del presupuesto municipal del 2014.
El objetivo del equipo de gobierno para el próximo año 2015 va dirigido a salvaguardar el bienestar social y la calidad de vida que brinda a los ciudadanos en los mismos parámetros, pese a la merma considerable de los ingresos para las arcas municipales que ha supuesto, desde el punto de vista fiscal, la aceptación por parte de la Dirección General del Catastro de la propuesta de la alcaldía de actualización de los valores catastrales de los inmuebles urbanos por aplicación de coeficientes reductores en un 22%.
“Durante el pleno de abril, en el que dimos luz verde a esta petición, teníamos plena confianza en que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas la apreciase, puesto que habían transcurrido cinco años desde la entrada en vigor de los valores catastrales derivados del anterior procedimiento de valoración colectiva de carácter general, que abarcaba desde el 2009 al 2014 y en el que se aplicaron los valores de mercado del suelo y de los inmuebles de dos años de bonanza económica y de crecimiento exponencial de la especulación inmobiliaria. Por todo ello, podíamos probar que en nuestra población concurrían todos los requisitos para la reducción automática de todos los inmuebles urbanos, tanto industriales, como residenciales, comerciales y de otros usos”, explica el alcalde y concejal de Hacienda, Albert Girona.
“Lógicamente - comentó el presidente de la corporación durante el pleno celebrado anoche - éramos conscientes cuando adoptamos la decisión de solucionar de manera definitiva la carga impositiva que estaban sufriendo nuestros vecinos desde la entrada en vigor de la última ponencia de valores en el año 2009, que la reducción del IBI en un 22% en todo el municipio iba a tener efectos tributarios negativos desde el punto de vista de los ingresos municipales, que se verían reducidos en una cantidad de aproximadamente 400.000 euros”.
No obstante, con el acuerdo de modificación de las ordenanzas fiscales adoptado ayer noche por unanimidad, el Ayuntamiento de Almussafes se asegura unos ingresos totales que salvaguardan el mantenimiento del techo de gasto y la estabilidad presupuestaria del periodo 2014-2019. Para ello, se ha acordado variar el tipo de gravamen del IBI urbana a aquellos inmuebles con un uso diferenciado de los de vivienda y que además sobrepasan un valor catastral determinado. “Mantenemos el coeficiente del residencial en un 0,42% en todo el casco urbano e incrementamos el de las empresas de los polígonos del 1 al 1,10%, gravando únicamente a aquellos que obtienen un mayor beneficio económico”, argumenta Girona.
La bajada de los impuestos también se va a paliar con la modificación de la ordenanza fiscal reguladora del Impuesto de Actividades Económicas, en el apartado del índice de situación de las calles de categoría fiscal 1 (las que facturan más de un millón de euros anuales), que pasan de tributar el 2,80 al 2,85%, “un incremento mínimo, puesto que en el municipio ha llegado a situarse en el 3% en otras épocas”.
Familias numerosas
Con la reducción de los valores catastrales habrá más familias numerosas de Almussafes beneficiadas por una mayor bonificación en el impuesto de bienes inmuebles, puesto que la nueva ordenanza fiscal aprobada no varía los umbrales fijados para la concesión de las citadas ayudas.
