Almassora eleva las inversiones un 143% en un presupuesto que asciende a 22,4 millones

El presupuesto municipal de Almassora para 2018 crecerá un 6,23% hasta alcanzar los 22.456.628,10 euros, según ha avanzado este mediodía la alcaldesa, Merche Galí. Las cuentas se caracterizan principalmente por el esfuerzo inversor, que incrementa este capítulo un 143,65% al pasar de 695.284,78 euros a 1.694.090,85 euros en un año y que, con toda probabilidad, será aún mayor tras la incorporación de remanentes en el primer trimestre.

El concejal de Hacienda, Santiago Agustí, y la primera teniente de alcalde, Susanna Nicolau, han destacado como ejes centrales del nuevo presupuesto la influencia de los fondos Feder de la Unión Europea en la renovación urbanística de Almassora. No en vano, 2018 será el año del trinquete, la remodelación de la calle San Jaime, la construcción de una nueva nave en el Centro de Formación, el pabellón de gimnasio y, sobre todo, el año de poner en valor el río Millars y el entorno de Santa Quitèria. Esa transformación queda patente en unas cuentas que superan las inversiones de los registros, al menos, de los siete últimos años.

"2018 será un buen año, el de la transformación real de Almassora", ha avanzado la alcaldesa, unas actuaciones que se ejecutarán sin recurrir a la financiación externa y pese a que la presión fiscal no subirá e incluso el contribuyente percibirá reducciones en impuestos como el IBI social o el de vehículos ecológicos. Por ello, el consistorio dejará de ingresar 100.000 euros en impuestos directos y asumirá, entre otros, la subida del 4,65% canon de Reciplasa para evitar que repercuta en el recibo de los consumidores.

Los ediles han incidido en que este presupuesto "exigente, realista y ambicioso" que Agustí trasladará esta misma semana a los grupos de la oposición se llevará a cabo sin concertar nuevos préstamos como los que firmó el anterior equipo de gobierno. De hecho, han recordado que la corporación heredó 7,3 millones de euros de deuda en 2015 y en la actualidad esta cifra se ha reducido hasta los 3,2 millones. El dato bajará hasta los 2,7 millones al finalizar el próximo año.

Otra de las apuestas firmes del consistorio es la apertura de las cuentas a la votación ciudadana, tal como ha incidido Susanna Nicolau. Las aportaciones vecinales apuestan por una mejora de parques, la adecuación y accesibilidad de aceras o el estudio para la ampliación del gimnasio municipal. Una nueva fase del parque de educación vial y la apertura de instalaciones deportivas al aire libre son otros de los proyectos que formarán parte del presupuesto del próximo año.

Además, 2018 traerá un incremento de los contratos destinados a servicios públicos para mejorar el estado de la ciudad y las prestaciones que ofrece al vecindario. Es por ello que las arcas municipales pasarán de dedicar 5,6 millones de euros a 6,4 en los contratos que afectan directamente a la imagen y mantenimiento de la ciudad, como el de limpieza viaria, adjudicado recientemente con un incremento de la dotación anual de 151.000 euros.