Almassora detecta una especie de murciélago en extinción durante el estudio para instalar cajas refugio contra mosquitos
Los técnicos encargados del estudio de murciélagos para la instalación de cajas refugio que ayuden a controlar las plagas de mosquitos en el término municipal de Almassora han verificado la presencia de un mínimo de siete especies, entre ellas el murciélago ratonero patudo (Myotis capaccinii), única especie de murciélago a nivel nacional catalogada como en peligro de extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.
La colonia conocida más próxima a Almassora es la cueva del Molí de la Font, en Castellón, a 11,5 km de distancia en línea recta de donde se detectó la especie. Muy probablemente los ejemplares detectados en el Pantanet del Millars, en Santa Quitèria, procedan de esta cavidad, ya que estudios de radioseguimiento con esta especie demostraron que pueden alcanzar cada noche zonas de caza distantes a más de 25 kilómetros respecto a sus refugios, según figura en el informe.
40 cajas refugio
Las especies más comunes detectadas en el estudio son el murciélago de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus) y el murciélago enano (Pipistrellus pipistrellus), ambos muy comunes en toda la zona mediterránea. El Ayuntamiento de Almassora aprovechará esta circunstancia para diseñar un plan de instalación de cajas refugio que comenzará en la segunda quincena del mesa con la ubicación de 40 cajas modelo Kent en las seis zonas con mayor riesgo de afección por mosquitos (Santa Quitèria, La Foia, l'Estret, Darremur, Vora Riu, Finca d'Ortega y La Mitgera).
Los técnicos del departamento de Sostenibilidad, en coordinación con la empresa encargada del control de plagas, han determinado estos puntos sensibles, que se distribuyen entre la playa, el casco urbano y el paraje de Santa Quitèria. El consistorio prevé ubicar las cajas en postes, torres, árboles, antenas, transformadores, estaciones de bombeo, el albergue municipal, la Casa de la Música, las piscinas de Santa Quitèria, la biblioteca de la playa y el cine de verano, así como diferentes pistas de frontón. En la actualidad espera a que las entidades privadas propietarias de algunos de estos enclaves concedan permiso para la instalación de las cajas.
El proyecto, que cuenta con fondos procedentes de la empresa UBE, prevé complementar los tratamientos químicos que la localidad activó desde principios de año para controlar posibles plagas de mosquitos. Las cajas están realizadas en madera y dotadas de dos cámaras de unos 1,9 centímetros de luz. Por su sencillez y bajo coste resulta adecuada su instalación, que es muy sencilla dado que se pueden fijar en edificios pero también en árboles y postes de luz, entre otros. En este sentido, la concejala de Medio Ambiente, María José Tormo, ha agradecido a “los numerosos vecinos que se han puesto en contacto con nosotros para solicitar la instalación de cajas en sus propiedades, propuesta que tendremos en cuenta en la segunda fase del proyecto”.
