La Policía Local de Almassora sanciona a tres collas por ruido y alboroto tras las fiestas del Roser

La Policía Local de Almassora ha denunciado esta pasada semana a tres collas de la población por generar molestias al vecindario como consecuencia de ruido, alboroto y música elevada en vía pública. Así lo ha trasladado el departamento de Policía Local después de que el pasado 12 de octubre concluyeran los festejos patronales en honor a la Mare de Déu del Roser. “Las labores de vigilancia y control continúan, puesto que son muchos los casales que no solo circunscriben su actividad a las fiestas patronales, sino que la extienden a lo largo de todo el año”.

El concejal delegado de Policía Local, Luis Martínez, ha confirmado que durante la pasada semana se recibieron quejas de vecinos alertando al retén de la Policía Local sobre el escándalo y alboroto registrado en diferentes puntos de la población. “Fruto de estas llamadas de protesta, los agentes acudieron al lugar indicado y verificaron que los hechos denunciados por los residentes eran los descritos”.

Dos de las quejas llegaron al retén en la madrugada del domingo, mientras que la tercera se registró en la madrugada del miércoles 15 de octubre. En uno de los casos, más de una veintena de personas se encontraba en la vía pública sobre la 01.00 de la madrugada impidiendo el descanso de los vecinos, mientras que en otra de las collas la música era elevada. Asimismo, en la tercera colla denunciada, localizada en el casco antiguo de la Vila, se registraron gritos y ruidos que también provocaron la llamada de vecinos y la actuación de la Policía Local.

Las tres collas han sido denunciadas por la ordenanza de convivencia ciudadana del Ayuntamiento de Almassora que establece los límites de las actividades que los casales pueden desarrollar. “En definitiva, cualquier reunión de amigos, familiares... en este tipo de locales puede ejercerse siempre y cuando su actividad no genere molestias sobre terceros, es decir, sobre los vecinos”. En este sentido, ha mantenido el regidor, “el disfrute y diversión de unos no tiene por qué generar molestias sobre los vecinos que residen en el entorno”.

En este sentido, Martínez ha recordado que los agentes de la Policía Local desarrollan controles y vigilancia de los casales de la población a lo largo de todo el año, si bien “se incrementan y refuerzan llegadas las celebraciones de mayo y octubre”. “Somos conscientes que en fiestas la actividad de estos locales es intensa, pero no lo deja de ser fuera de estas fechas ya que muchos de ellos se convierten en punto de reunión de amigos cada fin de semana. De ahí que también fuera de estas echas mantengamos un control y vigilancia de los mismos”.