El Ayuntamiento habilita dos áreas caninas para evitar la proliferación de excrementos en la vía pública

El Ayuntamiento de Almassora ha habilitado dos áreas caninas con el objetivo de prestar un servicio a los propietarios de perros y, al mismo tiempo, atajar la proliferación de excrementos en las vías y parques públicos. La medida cumple una exigencia legal, tal y como ha incidido el regidor de Salud Pública, Diego Castell, recogida en la Ley 4/1994 de 8 de julio de la Generalitat Valenciana sobre Protección de los animales de compañía. En este marco legal, el artículo 12 establece que “los ayuntamientos habilitarán en los jardines y parques públicos los espacios adecuados, debidamente señalizados, para el paseo y esparcimiento de los perros”.

Para su puesta en marcha e implantación, cuatro departamentos se han coordinado para prestar el servicio que ya es empleado por los vecinos. Salud Pública, Urbanismo, Servicios Públicos y el área de Policía Local han establecido un plan conjunto para que “estas áreas sean empleadas de forma útil, cívica y responsable de modo que, por un lado, facilitemos un área de recreo a las mascotas y, por otro, evitemos la proliferación de detritos en nuestras calles y parques”, ha considerado Castell.

Dos zonas de la población son las que albergan este nuevo servicio, que si bien todavía no está habilitado y concluido, puesto que falta la instalación de equipamientos, tales como bancos, papeleras y señalización, sí están abiertos a los vecinos. “Hay muchos vecinos que ya lo están empleando y, en todos los casos, coinciden en la necesidad de que los usuarios sean comprometidos y respeten la instalación para su conservación óptima”, ha indicado el regidor de Servicios Públicos, José Martínez.

Por su parte, Urbanismo ha sido el encargado de ejecutar la obra. Un proyecto sencillo que ha permitido acotar un área desahogada en el parque Manolo Pesudo, “en un área en la que se ha buscado compatibilizar los usos de este entorno de esparcimiento con las necesidades de los propietarios de perros”.

El mismo objetivo se ha buscado en otro grupo de la localidad. En las inmediaciones de Pío XII se ha establecido una segunda área canina en la que “falta por incorporar papeleras y bancos, y en la que, al igual que en Manolo Pesudo, se van a realizar limpiezas periódicas y constantes”. Sin embargo, ha incidido el edil de Salud Pública, “se ha de promover la concienciación de los usuarios, su compromiso con el mantenimiento de estas instalaciones, puesto que son ellos los primeros interesados en que este espacio se mantenga en condiciones adecuadas”.

En todo caso, tal y como ha reiterado José Martínez, “la puesta en marcha de estas áreas viene acompañada de un operativo específico que de forma constante y periódica pondrá a punto ambos sectores, con el objetivo de que todos los vecinos se beneficien de la prestación”. “Unos”, tal y como ha señalado el regidor de Salud Pública, “porque verán reducidos los excrementos que lamentablemente proliferan de forma incívica en vía pública. Los segundos, porque podrán hacer uso de un servicio útil, práctico y cómodo”.

Vigilancia policial
La Ley 4/1994 de 8 de julio de la Generalitat Valenciana, tal y como ha señalado el regidor de Seguridad, Luis Martínez, advierte que “el propietario o poseedor de los perros deberá tenerlo en las vías públicas bajo su control en todo momento por medio de una correa o similar, para evitar daños molestias. Los perros peligrosos o agresivos que circulen por dichas vías deberán llevar un bozal puesto”.

La puesta en marcha de estas áreas también comportará obligaciones para los titulares, tal y como ha incidido los titulares de las carteras de Salud Pública y Seguridad, Diego Castell y Luis Martínez, respectivamente. “De hecho, la Policía Local realizará servicios específicos y concretos por estos sectores con el objetivo de controlar el buen uso de estas dependencias públicas”.

Cabe señalar que el Ayuntamiento de Almassora aprobó el 12 de diciembre de 2004 una Ordenanza Municipal Reguladora de Tenencia de Animales que amplía el contenido de la Ley 4/1994 de la Generalitat Valenciana. La normativa establece un régimen sancionador con el objetivo de evitar que los animales domésticos ensucien espacios públicos, tal y como se detalla en el artículo 57,6 de la citada normativa.

Una obligación de la que el consistorio informa no solo a través de trípticos y campañas informativas periódicas, sino también a través de paletas como la instalada en la zona verde situada junto a la residencia de la tercera edad o en el grupo Pío XII. El texto municipal estipula infracciones leves, con multas entre los 30,05 euros y los 601,01 euros; graves, entre los 601,02 euros y los 6.010,12 euros; y muy graves, aquellas que comportarían sanciones entre los 6.010,13 a los 18.030,36 euros.