Fomentar el respeto a través del cultivo

El Centre d'Esplai de Almassora ha comenzado la recolección de los frutos de la siembra con la que arrancó el pasado año su curso 2009-10. El huerto, una propuesta didáctica de trabajo desarrollada dentro de la programación anual definida por el servicio municipal, se erigió con el objetivo de promover actitudes de respeto entre los participantes. Una actividad que proponía el huerto como un excelente canal a través del cual generar conocimientos de ciencias en general, fomentar el trabajo, las habilidades motrices y también valores del aprendizaje.

A un mes escaso de cerrar el proyecto, que tiene una duración paralela al ciclo escolar, el Centre d'Esplai recoge en estos momentos los frutos de este proyecto en el que se han implicado sesenta niños de edades comprendidas entre los 5 y los 12 años. Divididos en grupos por edades, de 5 a 7 años, de 7 a 10 años y de 10 a 12 años, los participantes en este programa desarrollado por el departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Almassora, está recolectando los valores que a lo largo del curso se han trabajado en el centro con el objetivo de evaluar los resultados durante el mes de junio. En todo caso, la intención es continuar aplicando este proyecto durante el próximo año, tal y como han indicado desde el departamento.

Con 17 años cumplidos, el Centre d'Esplai constituye un espacio municipal en el que los pequeños desarrollan actividades tan variadas como la expresión corporal, manualidades, lectura o cocina y a través de ellas fomentan los valores de convivencia, respeto y tolerancia. “El objetivo es preparar a los pequeños para su entrada en la adolescencia, una etapa de la vida que siempre resulta conflictiva y complicada. Por ello, la meta que el Centre d’Esplai persigue es dotar a los alumnos de herramientas que en su madurez les sirvan para afrontar los conflictos con serenidad, de una forma prudente y carente de agresividad”, tal y como han considerado desde el departamento.

En este ciclo lectivo, “y con la observación de experiencias pasadas en la población infantil, se advirtió cómo en aquellas actividades en las que se producía un contacto con la tierra, eran bien acogidas por los participantes y además resultaban exitosas en cuanto a los objetivos que se perseguían, dado su alto grado de motivación hacia el desarrollo de las mismas”, han señalado desde el Centre d'Esplai.

El trabajo de todo un año
Así las cosas, en esta edición el Centre d’Esplai inició en octubre el programa con la preparación del huerto que posee el servicio en la calle Santo Tomás y desarrolló en noviembre la siembra para seguir su evolución en diciembre y culminar con el mantenimiento a partir del mes de enero. Acciones a partir de las cuales se ha trabajado el rechazo al despilfarro, la reutilización de materiales, el cuidado en el uso de herramientas o el respeto a las normas de funcionamiento. Otras actitudes fomentadas han sido la responsabilidad individual y compartida, la curiosidad e interés por el desarrollo del huerto, la sensibilidad y empatía con los seres vivos, así como el uso racional de los recursos naturales o la valoración positiva de los residuos, entre otros valores.

 Inmaculada Esteller, regidora de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Almassora, ha incidido en la relevancia de un programa que desarrolla sus actividades de forma totalmente gratuita en dos espacios del municipio. Un grupo trabaja en el centro social de Fátima, mientras que los otros se instalan en el centro ubicado en la calle Santo Tomás. De lunes a viernes, los pequeños inscritos “acuden a las instalaciones municipales y lo único que se exige es que el pequeño sea constante y acuda al aula”, ha señalado la concejal. “Se trata de un recurso esperado y demandado que cada año registra listas de espera”, ha confirmado la regidora.