La planta de Residuos Sólidos Urbanos, respetuosa con la Salud Pública
Un estudio del departamento de Ingeniería Química de la UA afirma que las emisiones se encuentran más de mil veces por debajo de los límites que pudieran afectar a la salud pública
El estudio realizado analiza las concentraciones y dispersión geográfica de los compuestos orgánicos volátiles, el sulfuro de hidrógeno y el amoniaco, que pudieran provocar olorees. En lo que respecta a los olores, de los 24 compuestos sobre los que se ha efectuado control, todos se encuentran por debajo de los umbrales de detección del olor. Llorens ha afirmado que, a vista de los resultados, las medidas adoptadas, fruto de anteriores estudios realizados en la zona, se han mostrado válidas.
Un segundo estudio
El concejal ha explicado que, en determinados momentos, “en unas condiciones metereológicas muy determinadas de ausencia de vientos, uno de los compuestos estudiados, el sulfuro de hidrógeno llega a alcanzar dentro de la planta las concentraciones mínimas del umbral de detección del olor”. En esas ocasiones se han detectado valores de entre 0,4-15 ppbv (partículas por billón), cuando el rango considerado peligroso se establece a partir de 10.000 ppbv. Sin embargo, el rango del límite de detección de olor se inicia a partir de 2-7 ppbv. Por esta razón, Andrés Llorens ha anunciado que ha solicitado al departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante la realización de un segundo estudio en el que se localicen los focos de emisión de este componente y se estudien sus fenómenos de dispersión con determinadas circunstancias meteorológicas locales. También se pedirá que el estudio plantee las medidas necesarias para eliminar o reducir la intensidad de estas emisiones.
