Setenta efectivos municipales permanecen desplegados en el estudiohotel Riscal para atender las necesidades de los residentes

Setenta efectivos municipales, entre Policía Local, Bomberos, Protección Civil, técnicos de las concejalías de Acción Social y Atención Urbana, y miembros de Cruz Roja y del Cuerpo Nacional de Policía, permanecen desplegados en el estudiohotel Riscal para atender las necesidades básicas (atención sanitaria y alimentación) de las personas residentes que lo precisaran (algunas de ellas con movilidad reducida). Esta atención es necesaria dado que, de momento, no pueden abandonar el edificio ante la falta de energía eléctrica para impulsar los ascensores.

Técnicos de la Concejalía de Atención Urbana colaboran desde ayer, martes 23 de marzo, por la tarde en la instalación de un cuadro eléctrico provisional alimentado por un grupo electrógeno de gran capacidad para dar servicio al inmueble. “A lo largo del día esperamos poder restablecer el servicio”, ha informado un responsable de este departamento municipal, quien ha apuntado que los ascensores “ya tienen tensión”.

“La puesta en marcha del servicio eléctrico corresponde a la propiedad del inmueble, pero el Ayuntamiento está poniendo todos sus medios disponibles para recobrar lo antes posible la energía, porque hay personas que todavía no pueden salir de sus casas”, ha declarado el director general de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, Carlos Cormenzana.

La Concejalía de Acción Social, que ha realojado en un hotel cercano a seis personas, ha facilitado esta mañana desayunos a los residentes que no podían salir de sus viviendas y tiene todo preparado para servir un centenar de comidas en caso de que la puesta en marcha del servicio eléctrico se retrase. Voluntarios de la Agrupación Local de Protección Civil y miembros de Cruz Roja desplegados por las plantas altas del edificio se encargan de suministrar los alimentos y medicinas.

Tanto el alcalde en funciones, Miguel Valor, como los concejales de Acción Social y Seguridad, Asunción Sánchez Zaplana y Juan Seva, respectivamente, siguen muy de cerca tanto la evolución de los heridos como la coordinación municipal para atender a las personas que no pueden salir del inmueble y devolver cuanto antes el fluido eléctrico al edificio. El inmueble, de 31 plantas, quedó sin sus servicios básicos pasadas las 15,30 horas de ayer martes, tras producirse una deflagración en la planta sótano cuando varios operarios manipulaban un cuadro eléctrico.