La Banda clausura la temporada de conciertos escolares

Los chiquillos aplauden, se ríen, se disfrazan, bailan, cantan y tocan con el imborrable acompañamiento de la Banda Sinfónica Municipal. Con el aforo de la Casa de la Música completo, alumnos de ambos sexos de los colegios Ramón Llull y Santa María del Carmen -Carmelitas- vivieron ayer una mañana divertida y didáctica actuando en el concierto con el que la Banda clausuró la temporada de actuaciones interactivas dedicadas a escolares.

“El concejal de Cultura, Daniel Simón, está interesado en que ningún colegio de Alicante se quede sin tomar parte en estos encuentros”, puntualiza el director de la Sinfónica, José Vicente Díaz Alcaina, mientras prepara la batuta para dirigir desde su estrado.

El de ayer fue el concierto número 24 de este ciclo matinal diseñado para colaborar con profesores y alumnos de las asignatura de Música que se imparte en los centros. Según datos de la Banda, en torno a 7.500 alumnos han pasado por estas actuaciones que se han sucedido desde el 18 de enero, utilizando siempre Las Cigarreras como espacio de encuentro.

“A principios de curso enviamos a los centros un CD con los audios del concierto para que los profesores ensayen con los alumnos, especialmente de Primaria”, comenta Díaz Alcaina. El programa musical que se utiliza en los conciertos es “La música y el mar”, con partituras de Grieg, M. Harrison, A. Menken, K. Badelt, Offenbach, F. Caballero y S. Iradier. Pero lo que realmente hace disfrutar a los pequeños es la música que estos maestros han compuesto y todos conocen a través de Bob Esponja, La Sirenita, Piratas del Caribe o Los cuentos de Hoffman. Su lección en las aulas consiste en ensayar con variados instrumentos para que llegado el momento su música se funda y entone con la de la Banda.

En torno a las 10 horas, los niños y niñas bajaron de sus autobuses y se encaminaron con sus flautas, instrumentos de percusión, sus disfraces hechos con bolsas de colores, a las que han pegado dibujos de la familia Esponja – Patricio, al auditorio de la Casa de la Música.

Ya instalados, les han dado la bienvenida con un cuento imaginativo, en el que los protagonistas son los componentes de la familia de clarinetes, que van presentado al resto de instrumentos y secciones de la Sinfónica, que van tocando auténticos alardes.

Siguen las proyecciones en torno al mar como motivo de inspiración musical y cultural. Los consejos para respetar el medio marino e interpretaciones conjuntas entre la Banda y los alumnos se van sucediendo. Un niño canta el rap de Bob Esponja, un grupo de niñas baila con disfraces relucientes de las animaciones infantiles y el concierto va mutando en fiesta participativa.
En la vuelta al cole, seguro que recordarán a los protagonistas del cuento, en especial “al abuelo Fagot” y a su amigo Saxo, “que tiene forma de zanahoria y habla como un payaso”.