La Unidad Canina de la Policía Local finaliza la terapia de Alicia Martínez con la donación de un rottweiler
El Concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Alicante, Juan Seva, ha entregado hoy a Alicia Martínez un cachorro de Rottweiler de cuatro meses que ha donado el criador de Rottweilers del País Vasco, David de Bedia, como final de la terapia realizada por la Unidad Canina de la Policía Local de Alicante (UCAN). Este proceso ha durado cuatro meses y durante él la niña ha logrado perder el miedo que le producía cualquier perro después de ser atacada por un rottweiler, hecho que le provocó heridas graves en brazos y espalda, obligándola a estar hospitalizada siete días.
El Intendente General Jefe de la Policía Local de Alicante, Jose María Conesa, y el Jefe de la Unidad Canina, Sergio Melgares, han acudido hoy al acto. Ambos han incidido en que esta unidad ha puesto en marcha un proyecto pionero en España de ayuda y asistencia desde la Policía Local a las víctimas de mordeduras de perro a través de sesiones de desensibilización sistemática y que, como consecuencia de ello, sufren fobia o terror a estos animales. Esta terapia no existe en ningún cuerpo policial.
La Unidad Canina va a realizar un seguimiento del perro que ha sido donado a Alicia para enseñarla a cuidarlo, adiestrarlo para que siga las órdenes y a crear un vínculo con él durante los primeros días. Además, el criador le ha regalado un año de alimento gratuito para ayudarla al mantenimiento.
"Broche final"
El edil de Seguridad ha señalado que esto es el "broche final" a la terapia impartida por la Unidad Canina a Alicia. Ha destacada la "valentía" de la niña y que "se convierte en ejemplo para las personas que han sufrido como ella algún tipo de ataque de estas características". Ha finalizando reseñando su "satisfacción" por el trabajo realizado por la Unidad Canina, "creada, en principio, con unos objetivos concretos y que poco a poco ha ido adaptándose y dirigiendo su trabajo a actuaciones tan importantes como esta".
El principio de este proyecto comenzó cuando Alicia Martínez acudió a un psicólogo con el fin de perder el miedo que le producía la presencia de cualquier perro, y que se traducía en bloqueo muscular, rompiendo a llorar y perdiendo el concepto de la realidad momentánea. Este tratamiento duró seis meses y fue dada de alta sin que realmente pudiera acercarse a un perro, o cambiando de acera o sentido si coincidía con uno en la vía pública. Tras ser solicitada la ayuda de la Unidad Canina, a finales del 2013 comenzó la terapia de aproximación sucesiva hacia el objeto del terror, es decir a los perros, con el fin de preparar un programa de desensibilización sistemática o habituación.
Con la tarea desarrollada durante más de diez sesiones se logró que la niña interactuara de forma normal con los perros de la UCAN, los paseara, acariciara, y ofreciera comida desde su mano, y los sacara y metiera en su jaula. Es decir, un comportamiento normal hacia los perros. De hecho, en su vida privada ya no sufre los bloqueos musculares cuando ve a un cánido, ni llora ni se cambia de acera. En 2014 se realizó una sesión con un Rottweiler logrando que le diera de comer, jugara y le acariciara sin apoyo o ayuda de ningún policía, y cuatro meses después ha tomado la decisión de criar un Rottweiler señalando "cómo vamos a tener miedo a un animal tan bonito como éste".
Alicia Martínez se siente muy orgullosa de haber logrado perder el miedo a los perros y hoy ha animado a todo el que ha atravesado una situación similar en Alicante a que dé el paso y contacte con la Unidad Canina para que le ayuden.
