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La Policía Nacional recibe cuatro desfibriladores donados por el Hospital General de Alicante

La Policía Nacional recibe cuatro desfibriladores donados por el Hospital General de Alicante
  • 24 agentes reciben el curso de resucitación cardio-pulmonar y utilización de desfibriladores eléctricos

La Policía Nacional recibe cuatro desfibriladores donados por el Hospital General de Alicante, en un acto celebrado en la Comisaría Provincial de Alicante.

El acto, ha contado con la participación del Subdelegado del Gobierno, Alberto Martínez Díaz, Comisario Principal, Jefe Provincial de Alicante, Enrique Durán Boyero, Director Territorial de Sanidad, José Ángel Sánchez Navajas, Gerente del Director del Hospital General de Alicante, José Antonio Viudas Imbernón, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital General de Alicante, Francisco Sogorb Garri, Jefe de la Unidad de Arritmias del Hospital General de Alicante, Juan Gabriel Martínez Martínez y el Comisario, Jefe Provincial de Operaciones, Ricardo Herrero Pie.

También se han entregado los diplomas correspondientes al curso de resucitación cardio-pulmonar y utilización de desfibriladores eléctricos a los 24 agentes del Cuerpo Nacional de Policía que han recibido la formación necesaria por parte del Servicio de Cardiología del Hospital General de Alicante, de forma que estos podrán atender las 24 horas del día, los 365 días del año, las incidencias que ocurran en cualquier lugar de la localidad de Alicante.

Este acto viene a suponer la culminación de una iniciativa pionera en España para que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía reciban la formación y medios necesarios para poder ofrecer asistencia inmediata ante posibles muertes súbitas antes de la llegada de los Servicios de Emergencia Sanitaria.

Con este programa, pionero en la ciudad de Alicante y en España, se integran los mecanismos de asistencia inmediata a posibles muertes súbitas, la prontitud de disponer de personas entrenadas en resucitación cardiopulmonar y la disponibilidad de realizar un desfibrilación cardiopulmonar, así como la disponibilidad de realizar una desfibrilación eléctrica hasta la llegada de los servicios de emergencia instruidos, fijándose una cadencia de respuesta adecuada en 2-3 minutos.

Los desfibriladores se van a distribuir de la forma más adecuada para su rápida utilización y funcionamiento más eficaz.

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