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Las capas y las cintas cumplen 25 años en la Facultad de Derecho

    Comenzaron hace 25 años en un aula de la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante y, desde entonces, han llevado el nombre de esta institución y de la ciudad por los cinco continentes. La tuna ha sabido mantener la tradición de "las rondas bajo los balcones" e incorporar las nuevas tecnologías.

    Han cantado en lo alto del Machu Pichu (Perú), interpretaron "Guantanamera" a petición del ex presidente polaco Lech Walesa, fueron contratados por un magnate griego en la fiesta de su yate y han dormido más de una vez en un coche bajo el frío de Suiza.

    Las anécdotas y vivencias de la Tuna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante cumplen 25 años y esperan que, a pesar de la "crisis tunera" existente, se alcancen "al menos los 250", según ha afirmado el "maestre tunae", Carlos Román.

    "No es fácil llegar a 25 años de vida porque, entre muchas cosas, la vida universitaria ha cambiado, las nuevas tecnologías han modificado actitudes y gustos, pero especialmente porque existe una idea errónea de la tuna", ha manifestado.

    En opinión de este "joven", recién llegado de Brasil tras "un viajecito", como él dice, "ahí al lado", la "tradicional e histórica indumentaria de la tuna no significa que estemos anclados en el pasado". "Esa idea de agrupación rancia es una gran mentira", añade.

    De hecho, según ha expuesto, la tuna de Derecho de Alicante cuenta con una página web, un foro privado, su CD "Mujer Mediterránea" está en internet y su repertorio de canciones abarca desde "Clavelitos" a canciones sudamericanas y de otros países.

    Apadrinados el pasado siglo por la tuna de la Facultad de Medicina, los tunos de Derecho recuerdan sus inicios, "al margen -entre risas- de las bibliotecas", por históricos bares, como "Mejillones", por restaurantes como el "Quo Vadis" y rondas "bajo miles de balcones".

    Ahora, 25 años después, han cambiado de lugares pero mantienen "lo básico, lo lógico en una tuna" como son las rondas, las canciones en momentos románticos, también "en bodas y comuniones" y, lógicamente, los viajes.

    Su música, pues la mayoría de los temas incluidos en el citado CD son obra del tuno alicantino Juan Carlos Berrueco, "habla de Alicante", de otras ciudades españolas y forma parte ya del repertorio de las tunas españolas.

    "Escuchar a una tuna de Salamanca o de Málaga cantar canciones que evocan los encantos de Alicante pone la piel de gallina", afirma Román, quien hace hincapié en el "papel que la tuna juega en el fomento turístico de Alicante".

    De hecho, cuando viajan llevan folletos turísticos de la ciudad, turrón, cerámica de Agost y "vino de la terreta".

    Desde Canadá a Venezuela, de Liechtenstein a los fiordos noruegos o de Nueva Delhi a Polonia, "allá donde hemos ido la gente pregunta de dónde somos. De Alicante, de la millor terreta del mon".

    Con varios premios nacionales e internacionales en su palmarés, la tuna de la Facultad de Derecho acoge a un centenar de jóvenes y no tan jóvenes, ya que en 25 años de historia "quienes en su día eran estudiantes -con independencia de la carrera cursada- hoy son abogados, economistas, médicos y, en algún caso, algún parado".

    Su "peso, incluidos los kilos corporales de más", sonríe Carlos, los aupó hace unos años a la Presidencia del Circuito Nacional de Tunas de Derecho y su "fuerza" les permite ser costaleros de la Semana Santa.

    Ahora preparan un libro de anécdotas, un viaje "sin VISA" de Moscú a Siberia y "los exámenes de febrero".

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