El Hospital Sant Joan implanta la primera prótesis de crecimiento en la Comunidad Valenciana
El paciente, de 11 años, padecía un tumor maligno de fémur que afectaba al desarrollo del hueso
La rodilla operada crece artificialmente sin dolor y al mismo ritmo que crece la pierna sana
La intervención ha sido realizada por el equipo de la Unidad de Tumores Musculoesqueléticos del Hospital Sant Joan, unidad de referencia provincial coordinada por el doctor Rafael Alcalá-Santaella, jefe de la Sección de Traumatología del centro sanitario.
El paciente, de 11 años, padecía un tumor maligno de fémur que comprometía la parte de la rodilla por la que el hueso crece y se articula con la tibia. En este sentido, la prótesis de crecimiento permite que la rodilla operada crezca ‘artificialmente’ de forma indolora y al mismo ritmo que crece la pierna sana con los mínimos riesgos.
Mejoras respecto a la cirugía protésica convencional
El doctor Alcalá-Santaella explica que “con una cirugía protésica convencional, estos pacientes dejan de crecer por la zona de la rodilla operada, de tal forma que, cuando sobreviven a su enfermedad, la diferencia de longitud entre ambas piernas al terminar el crecimiento puede ser de más de 15 centímetros. Además del problema estético, la pérdida funcional es evidente y limitante, así como la repercusión sobre la cadera y la columna, que hacía que estos pacientes estuvieran tremendamente restringidos en su actividad y condenados a secuelas dolorosas de adulto”.
En la década de los 80 se diseñaron prótesis que podían alargarse como un catalejo, pero que exigían una intervención para cada elongación. Las operaciones eran, por tanto, frecuentes y estaban condicionadas por el estiramiento máximo que permitieran las partes blandas en cada ocasión.
La generación actual de prótesis expansivas no invasivas, con una amplia experiencia en Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, permite alargar la prótesis sin intervención quirúrgica de manera completamente indolora, controlada y progresiva, sin peligro de dañar las estructuras prolongadas (vasos o nervios) y sin necesidad de ingreso hospitalario ni rehabilitación.
Una técnica novedosa
El sistema para alargar la prótesis consiste en una bovina circular dentro de la cual se mete la pierna del paciente. En la bovina se genera un campo magnético rotatorio, que hace rotar sincrónicamente con él un imán que hay dentro de la prótesis. Mediante una caja de cambios, el movimiento rotatorio del imán se transforma en longitudinal, estirando la prótesis como un telescopio. La velocidad de rotación que consigue el campo magnético (3000 r.p.m.), permite ‘crecer’ al implante unos 0,23 milímetros por minuto (un milímetro en unos cuatro minutos), de manera que la pierna operada se va desarrollando paralelamente a la pierna sana.
“Se trata de una técnica puntera –apunta el coordinador de la Unidad de Tumores Musculoesqueléticos- que, además del alto coste económico del implante, exige una gran preparación ortopédica, ya que es necesario resecar 18 centímetros de hueso, quitar gran cantidad de músculos invadidos por el tumor (especialmente el cuadriceps, que se encarga de extender la rodilla), hacer trasposiciones de los músculos sanos para sustituir a los dañados, así como separar del tumor y salvar todos los vasos y nervios necesarios para la funcionalidad de la pierna”.
Gracias a estas prótesis de crecimiento, como la que acaba de implantar por primera vez en la Comunidad Valenciana el Hospital Universitario Sant Joan de Alicante, los pacientes oncológicos infantiles pueden aspirar a evitar dismetrías (diferencia de longitud de alguna extremidad), que pueden llegar a ser muy pronunciadas, y todas las secuelas funcionales y dolorosas que éstas suponen.
