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PP: "Vicente Arques continúa negándose a enseñar facturas a la oposición"

  • El PSOE de Alfaz ha pedido 1,2 millones de euros para pagar a proveedores

El PSOE de Alfaz ha vuelto a protagonizar otro incidente por su empeño en impedir que el Partido Popular que lidera Maite Huerta cumpla con su obligación de fiscalizar al equipo de gobierno.

El último altercado se produjo el pasado jueves, a menos de 24 horas del pleno ordinario del mes de septiembre, cuando el PP requirió 38 facturas pendientes de pago contra las que se iba a solicitar 1,2 millones de euros para pago a proveedores. La portavoz popular Maite Huerta estuvo toda la mañana de despacho en despacho solicitando las facturas para poder intervenir en el pleno del día siguiente con datos, pero tanto la concejala de Hacienda, Maite García; el portavoz socialista, Toni Such y el secretario municipal, Rafael Frías, se las negaron sistemáticamente. Huerta tuvo que solicitar la presencia de la Policía Local para que fuera testigo de los hechos y se solicitó posteriormente por registro copia del acta levantada por el agente para que el PP tuviera argumentos para posibles denuncias. El secretario municipal, Rafael Frías, se negó a certificar que los concejales del PP habían solicitado las facturas, siendo un punto que subía a pleno al día siguiente y que la ley obliga a facilitar toda la información a la oposición con 48 horas de antelación al pleno convocado.

El pasado viernes, el equipo de gobierno socialista de Alfaz elevó a pleno la petición de los 1,2 millones de euros para pago a proveedores sin que la oposición tuviera conocimiento del físico de las facturas ocultadas. El PP manifestó su disconformidad con las formas y maniobras oscuras que se practican desde la alcaldía de Alfaz.

Con este segundo crédito solicitado al gobierno central son ya más de 10 millones de euros de pago a proveedores los que adeuda el municipio alfasino, que tendrá que, según Maite Huerta, “devolver subiendo de nuevo los impuestos a los vecinos, vendiendo suelo público o con cualquier otra maniobra que invente el alcalde, porque la deuda hay que amortizarla en los próximos diez años”.

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