Los trabajadores de Reyval han iniciado una campaña bajo el lema “SI AL TRABAJO, NO A LA MANIPULACIÓN POLÍTICA”
El objetivo de los trabajadores es defender sus puestos de trabajo y la viabilidad de la empresa, en un momento tan complicado para todo el tejido industrial de L’Alcora y ante los intentos constantes de manipulación por parte de determinados sectores políticos.
Como primeras iniciativas, los trabajadores de Reyval han decidido colocar una pancarta en la fachada de la empresa y emitir un comunicado donde se explica la verdad de una situación, en la que siempre se ha intentado silenciar la voz de Reyval Ambient. Además, la Asamblea de Trabajadores de Reyval mantiene reuniones periódicas y estudia futuras acciones de movilización para conseguir hacer públicas sus reivindicaciones.
En sus Asambleas, los trabajadores han mostrado su preocupación por la situación creada, que responde sólo a intereses electorales y son fruto de la debilidad política de una alcaldesa sin apoyos políticos estables para terminar la legislatura.
Para los trabajadores de Reyval la actitud de la alcaldesa Mallol demuestra que no está junto a los ciudadanos de L’Alcora; su obsesión persecutoria contra la empresa es fruto de un único interés en rentabilizar políticamente esta situación.
Solo así se puede entender su absoluta frivolidad al hablar sobre la previsión real de creación de 300 nuevos puestos de trabajo con el proyecto de nueva instalación. En menos de un año se ha olvidado que su principal promesa electoral fue, precisamente, la creación de empleo y la lucha contra el paro.
Para los trabajadores de Reyval todos los acontecimientos del último año demuestran que la alcaldesa no les da ninguna garantía de estar capacitada para gestionar políticamente la solución de un conflicto, organizado solo desde intereses políticos. La alcaldesa debería asumir su responsabilidad y buscar soluciones que no consistan en hostigar y perseguir administrativa y judicialmente a la empresa y que, sobre todo, garanticen el presente y el futuro de los 50 puestos de trabajo de la empresa.
Lejos de ello, su único objetivo es desprestigiar una empresa con 20 años de trayectoria profesional sin caer en la cuenta –o tal vez desde intencionalidad- de que con este discurso, contribuye a crear un clima de tensión y confrontación social. Precisamente en un momento económico y social tan difícil para muchas familias, la primera edil debería cuidar más sus declaraciones públicas, abandonar la frivolidad y ponerse muy seria cuando se trata de hablar de la posible destrucción de los 50 puestos de trabajo actuales de Reyval.
Los trabajadores de Reyval piden respeto hacia su trabajo e instan, una vez más a los políticos locales, a participar en una mesa de diálogo. Los trabajadores recuerdan que tanto el Bloc Nacionalista, como el Psoe y AIPLA han hecho caso omiso a la solicitud de reunión que se presentó por registro de entrada del Ayuntamiento. Una muestra más de la discriminación a la que se somete a ciudadanos trabajadores de L’Alcora cuyo único interés es hablar y poder expresar a sus representantes políticos la incertidumbre que atraviesan.
