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Una parroquia de Alcoy recibe una reliquia de San Pío de Pietrelcina

    La parroquia de San Vicente y San Antonio de Alcoy ha organizado diversas celebraciones religiosas y culturales con motivo de la reciente llegada a la localidad alicantina de una reliquia de San Pío de Pietrelcina (Benevento- Italia, 1887- San Giovanni Rotondo, 1968), conocido por el “Padre Pío”, “por quien la feligresía siente gran devoción”, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de la parroquia.

    La reliquia del sacerdote franciscano “Padre Pío”, quien sufrió estigmas en sus manos, pies y costado izquierdo, “siendo el primer sacerdote en presentar sobre su cuerpo las señales de la Crucifixión”, se encuentra ubicada en una teca, con sello de autenticidad, dentro de la iglesia. La reliquia ha sido donada por una persona anónima a la parroquia que cuenta con un Grupo de Oración dedicado al santo.

    Las celebraciones para conmemorar la llegada de la reliquia darán comienzo mañana, organizadas por la parroquia, que está regida por religiosos franciscanos.

    Así, mañana, tendrá lugar en la iglesia de San Jorge de Alcoy un concierto de órgano a cargo del músico y organista alcoyano Francisco Amaya, profesor de orquesta en el Conservatorio Profesional de Música de Torrent. Amaya, que próximamente viajará a Alemania y a las ciudades norteamericanas de Nueva York y Boston, participó en los actos de homenaje con motivo del 60 aniversario de la coronación de la reina de Inglaterra.
    Igualmente, el segundo acto conmemorativo organizado por los franciscanos es una conferencia a cargo del escritor sevillano Laureano Benítez. La charla titulada, “El Padre Pío, un Cristo entre nosotros”, tendrá lugar el día 20 de febrero a las 20.30 horas en el Hotel Reconquista de Alcoy. Benítez explicará la vida y el mensaje espiritual del santo de Pietrelcina.

    Cerca de 8 millones de peregrinos acuden anualmente al convento santuario de San Pío de Pietrelcina, en Italia, donde se expone el cuerpo incorrupto del capuchino y santo italiano, conocido como “el fraile de los milagros” , que falleció en 1968.

    El “Padre Pío”, canonizado en 2002, es, en la actualidad, uno de los “santos más venerados en todo el mundo”. El fraile capuchino “concentró una cantidad de dones extraordinarios y son muchos los prodigios que se le atribuyen, además de los estigmas que le llagaron su cuerpo durante 50 años”, han indicado.

    Los actos programados en Alcoy han sido organizados por los religiosos franciscanos de la localidad junto al Grupo de Oración del “Padre Pío” de Alcoy, según las mismas fuentes que han añadido que actualmente hay en todo el mundo 2700 grupos de oración que están inspirados en la espiritualidad del “Padre Pío”.

    Así, el Grupo de Oración de Alcoy celebra misa y, previamente, el rezo de un rosario con exposición del Santísimo, todos los terceros viernes de mes, a partir de las 18:30 horas.

    Biografía Padre Pío de Pieltrecina

    El padre Francesco Forgione nació en Pietrelcina, provincia de Benevento (Italia), el 25 de mayo de 1887. Ingresó a la Orden de los Frailes Menores Capuchinos en Morcone en enero de 1903.

    Fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1910 en la Catedral de Benevento, y en febrero de ese año se estableció en San Giovanni Rotondo, donde permaneció hasta su muerte, el 23 de setiembre de 1968.

    Poco después de su ordenación, “le volvieron las fiebres y los males que siempre le aquejaron durante sus estudios, y fue enviado a su pueblo, Pietrelcina, para que se restableciera de salud”, según las mismas fuentes. Tras 8 años de sacerdocio, el 20 de setiembre de 1918, “recibe los estigmas de Nuestro Señor Jesucristo en sus manos, pies y costado izquierdo, convirtiéndose en el primer sacerdote estigmatizado”.

    Más adelante, en el año de 1940, proyectó un hospital que se denominó "Casa del Alivio del Sufrimiento".

    El 20 de septiembre de 1968 el Padre Pío “cumplió 50 años de haber recibido por primera vez los estigmas del Señor Jesús y murió tres días después.

    El 18 de diciembre, de 1997, el Papa San Juan Pablo II declaró venerable al “Padre Pío”. Fue beatificado por el 2 de mayo de 1999 y el 16 de junio de 2002 fue declarado santo en una solemne misa en la Plaza San Pedro.

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