El programa Faro atiende 21 casos de jóvenes con adiciones en Alcoi
Actualmente se trabaja con 15 de los 21 casos
El programa empezó el pasado mes de febrero de 2016, en este tiempo se han derivado casos tanto desde Servicios Sanitarios (UCA, UA), Servicios Sociales como Centros Educativos. Han sido derivados un total de 21 casos y actualmente son 15 los jóvenes con los que se está trabajando. El programa va dirigido a adolescentes y familias, con abuso de cualquier tipo de sustancia psicoactiva, incluyendo las nuevas tecnologías. El método de intervención es situar al adolescente en el centro del proceso terapéutico para que recupere su autonomía y sentido de la responsabilidad.
El programa FARO es un servicio de intervención indicada de la Fundación NORAY de Proyecto Hombre Alicante, para adolescentes y familias, con edades comprendidas entre los 13 y 20 años, y residencia en la Comunidad Valenciana. Tiene el objetivo de prevenir el consumo problemático de drogas u otros trastornos adictivos entre los usuarios-as del programa, minimizando los factores de riesgo de la persona en la actualidad y favoreciendo el desarrollo de factores de protección. Es un tratamiento terapéutico realizado por un psicólogo en colaboración con la UPCCA.
Es una intervención dirigida a favorecer a los educadores, competencias necesarias para un afrontamiento efectivo de las situaciones problemáticas asociadas al consumo, así como, prevenir el consumo problemático de drogas, situaciones de riesgo y conductas disruptivas en los adolescentes. Se pretende aumentar las capacidades personales de resistencia a las drogas desde los recursos personales propios para el rechazo, además de intentar conseguir retrasar la edad de inicio.
Aroa Mira, edil delegada de sanidad y políticas sociales, destaca la importancia de trabajar las adiciones en los jóvenes: «En 5 meses el programa FARO ha dado resultados interesantes en prevenir, informar, educar y tratar adiciones a sustancias proactivas. Es un programa pionero en nuestra ciudad cuya importancia es que se pone al joven en el centro del proceso, ofreciéndoles herramientas a estos jóvenes para ser ciudadanos responsables y autónomos, capaces de tomar decisiones. No podemos olvidar que las adiciones están presentes en nuestra sociedad, entre los jóvenes también, pero con las capacidades personales adecuadas podemos hacerles frente y superarlas, recuperando la autonomía y el control de nuestra vida».
