PSPV: "PP, Vox, IU y Alboraya Actúa impiden la disolución de CRIDA, empresa municipal endeudada por el gobierno popular"
El partido socialista critica las contradicciones de los grupos que acordaron su liquidación por unanimidad y la puesta en duda de la profesionalidad del equipo técnico municipal
La empresa municipal de Alboraya, CRIDA, no ha conseguido su disolución y el fin de su deuda a través del remanente del Ayuntamiento por la falta de apoyo del Partido Popular, Alboraya Actúa, VOX e Izquierda Unida. A pesar de los esfuerzos del grupo socialista y con apoyo de Compromís para dar carpetazo al legado popular, la entidad pública pierde 10 años de trabajo técnico y una oportunidad única.
Durante la sesión plenaria, Ángels Benlloch, una de las tres liquidadoras nombradas por las agrupaciones, ha expuesto el trabajo realizado y los argumentos, complementando presencialmente toda la información que se ha ido explicando en diversas reuniones pasadas por el equipo técnico del Ayuntamiento de Alboraya.
Precísamente, la reacción de los grupos que se han abstenido a esta intervención y a la información administrativa es lo más sorprendente: "A pesar de los informes de intervención y secretaría, auditorías y liquidadores, se ha puesto en duda la profesionalidad del personal técnico", critica Miguel Chavarría. "La liquidación es una cuestión técnica, no política, y la abstención ha puesto en duda la gran labor que ha estado realizando durante 10 años las únicas personas cualificadas en esta materia", explica el líder del PSOE Alboraya y alcalde.
"En esta línea, especialmente llamativo ha sido la falta de apoyo del Partido Popular. El gobierno liderado por Manuel Álvaro en el año 2009 creó CRIDA para tareas de limpieza y mantenimiento de la empresa pública, una empresa que en cuestión de meses generó deuda y se sumó al desastre económico que la alcaldía popular provocó en Alboraya con el fallido translado de Alcampo, el soterramiento de las vías de Metrovalencia "y una pésima gestión que aún hoy seguimos pagando todos los vecinos y vecinas y lo que nos queda, a pesar de llevar años reduciendo la deuda". Una línea política del actual líder del PP "de realizar una oposición tóxica y destructiva por encima de los intereses del vecindario, que encima contradice a las votaciones de su propio partido durante años anteriores".
Y es que el Partido Popular formó parte de la decisión unánime tomada en 2013 de disolver la entidad como alternativa de que el Ayuntamiento inyectara bastante capital social, a la que se opusieron por unanimidad todas las agrupaciones existentes en aquel momento. También supone una contradicción con el resto de votaciones favorables que adjudicaron liquidadores, aprobaron cuentas económicas y otras acciones recorridas hasta su disolución final.
