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UPPA solicita al Ayuntamiento de Alboraya que D. Vicente Estrems sea Hijo Predilecto

    Unión Popular de Alboraya (UPPA) ha presentado en el Ayuntamiento un escrito para que el sacerdote D. Vicente Estrems Burgal sea nombrado Hijo Predilecto de Alboraya tras su fallecimiento el pasado día 10 de junio por su vida ejemplar allá donde ha desarrollado su labor pastoral.

    Mamen Peris, portavoz de UPPA, ha señalado que “D. Vicente siempre se ha sentido Alborayense y llevaba a su pueblo que lo vio crecer dentro de él. Desde pequeño formó parte del grupo que inició los scouts en Alboraya, y también se le veía de niño como acólito en la parroquia. Desde 2008 su labor pastoral se ha centrado en Alboraya. Comprometido y servicial con todos, preocupado por los demás, siempre estaba allí donde se le necesitaba, dando ánimos, compartiendo unas risas, pero sobre todo dando buenos consejos. Un hombre ejemplar, valiente, y comprometido socialmente”.

    Peris ha subrayado que “desde UPPA queremos proponer a este Ayuntamiento a D. Vicente Estrems Burgal como persona idónea para recibir el título de Hijo Predilecto de Alboraya, por esa fructífera “trayectoria personal, por haber destacado de forma extraordinaria por cualidades, méritos personales o por servicios prestados en beneficio y honor de Alboraya que hayan conseguido consideración indiscutible en el concepto público”, tal y como prevé nuestro Reglamento”.

    D. Vicente Estrems Burgal se ordena sacerdote en Valencia en el año 1967, e inicia su ministerio como párroco de distintas localidades alicantinas en la Alquería de Aznar y Benimarfull, y en las parroquias San Miguel Arcángel y Santa Ana, respectivamente. Con posterioridad es responsable en el Seminario Mayor, desde 1970 a 1973. Éste año es nombrado titular de la parroquia Nuestra Señora del Pilar en Bonrepòs i Mirambell donde permanece hasta 1987.

    De forma paralela, es arcipreste del antiguo arciprestazgo de San Miguel de los Reyes, de 1977 a 1980; así como miembro del Consejo Presbiteral, de 1979 a 1984 y administrador parroquial de Nuestra Señora de Tejeda de Benicalap y párroco en la ciudad de Valencia de Santa Inés Virgen y Mártir de Valencia, y de San Eugenio Papa.

    Se desplaza a la diócesis chilena de Copiapó, en el desierto de Atacama, como misionero de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano Americana (OCSHA) y desarrolla durante bastantes años su labor pastoral, dejando una honda huella entre la gente sencilla de aquellas tierras.

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